Coblenza, el rincón alemán

«Entre dos ríos»

En la confluencia de los ríos Rin y Mosela, en el mundialmente conocido «rincón alemán», se encuentra una de las ciudades más hermosas y antiguas de Alemania: Coblenza (Koblenz en alemán). Es la tercera más grande en el estado federado de Renania-Palatinado.

El espectacular marco que rodea Coblenza lo conforman cuatro macizos centrales, los viñedos y los bosques. La ciudad llama mucho la atención por su ubicación entre los ríos. Además tiene plazas y edificios muy bonitos.

Coblenza no es grande, en unas horas se puede ver lo más importante. Si estáis por la zona, consideramos esta visita muy interesante.

¿Qué ver en Coblenza?

A continuación os enumeramos algunos puntos de interés.

Deutsches Eck

Es el lugar más importante de la ciudad. El Deutches Eck debe su nombre al asentamiento de los caballeros de la Orden Teutónica en 1216 en este lugar y es conocido desde entonces como el “Rincón Alemán”. Allí se encuentra la monumental escultura ecuestre de Guillermo I, el primer emperador del Imperio Alemán, erigida en 1897 como reconocimiento a su papel en la unificación de Alemania. El monumento fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial.

En mayo de 1953, el presidente Theodor Heuss declaró el lugar como un monumento a la unidad alemana. Se colocó una bandera del país en el sitio donde antes estuvo la estatua del emperador. Finalmente, en 1993 se construyó la réplica del monumento original en honor a Guillermo I de Alemania gracias a la colaboración de algunos ciudadanos y empresarios de la ciudad. Con 37 metros de altura, es el monumento que podemos admirar hoy en día.

Deutsches Eck, en Coblenza

Fortaleza Ehrenbreitstein

Es la segunda fortaleza más grande y mejor conservada en Europa. Se puede observar perfectamente dando un paseo a orillas del Rin (paseo Rheinanlagen), experiencia que sin duda recomendamos. La orilla del río desde el Deutches Eck forma un recorrido de 3,5 km de longitud en el que se pueden visitar algunos monumentos interesantes. El paseo en sí mismo es muy agradable, sobre todo en días soleados, así que merece la pena acercarse a recorrerlo.

Si os animáis a visitarla, en la fortaleza podréis pasar todo el día. Hay muchas exposiciones en su interior: sobre fotografía, gastronomía de la región, arqueología etc…

Para subir (está en lo alto de una colina al otro lado del río Rin) lo suyo es coger el teleférico. Puede tomarse al lado del Deutches Eck y lo mejor es comprar un ticket combinado de teleférico+fortaleza.

Vista de la Fortaleza Ehrenbreitstein, en Coblenza

Iglesias

En Coblenza podemos destacar distintas construcciones religiosas. En primer lugar, la Basílica de San Castor, la iglesia más antigua de la ciudad.  Consagrada en el año 836, el edificio que vemos hoy en día pertenece mayoritariamente al siglo XII.

La iglesia Liebfrauenkirche es también un punto de interés, ya que se encuentra situada en el lugar más alto de la ciudad.

Por último, una de las construcciones más queridas, la iglesia de San Florín, precioso edificio construido en el siglo XII que ha sido remodelado en diferentes ocasiones.

El Altstadt y otros puntos

Callejear por el centro (comúnmente en Alemania llamado Altstadt), descubriendo sus distintos puntos de interés es la mejor manera de conocer el encanto de ciudades como Coblenza.

La Jesuitenplatz es la plaza con más vida de la ciudad. Lleva ese nombre por los edificios que cobija. Fueron construidos hace cuatro siglos, pertenecientes a la orden de los Jesuitas. Hoy en día, son el Ayuntamiento. En el centro de la plaza se levanta un memorial al psicólogo Johannes Müller.

Jesuitenplatz

Otra plaza que merece ser visitada es la llamada Am Plan, que conserva también edificios construidos en el siglo XVIII.

Uno de los monumentos más populares de la ciudad es la fuente Schängelbrunnen, todo un símbolo. La palabra “Schäng” deriva de la época de la ocupación francesa de Coblenza. Durante la misma, muchos niños nacidos de soldados franceses y madres alemanas eran llamados Jean. La palabra se asocia a estos niños de espíritu bromista. Llenaban las calles de la ciudad a modo de los “pícaros” españoles. El monumento es una fuente diseñada en 1970. En consonancia con este espíritu bromista, escupe un chorro de agua cada pocos minutos, ¡mojando a todo aquel que se encuentre delante!.

Otros edificios de interés son la Antigua Sede del Gobierno y el Palacio Electoral. Este último se trata de uno de los pocos palacios de estilo clasicista francés que se conservan en esta zona de Alemania. Merece la pena acercarse y dar un paseo por los jardines, llamados Jardines de la Emperatriz Augusta.

El Weindorf

Por último, destacamos el Weindorf. Se trata de una reconstrucción de un pueblo vinícola tradicional. Fue construida en 1925 con motivo de la Exposición Imperial del Vino Alemán. Aunque iba a ser temporal, la idea gustó tanto que este pueblecito ha llegado hasta nuestros días.

Cada una de las cuatro casas representa una región vinícola alemana y hoy en día alberga un restaurante donde degustar las especialidades gastronómicas y los vinos de la región.

Transporte en Coblenza

La ciudad es perfectamente asequible para recorrerla andando y es como se debe hacer. Si llegáis en avión, el aeropuerto más cercano es el de Frankfurt. Allí podréis coger el tren directamente a Coblenza. El trayecto dura algo más de una hora y los paisajes que se observan son absolutamente preciosos.

Además Coblenza no se encuentra muy lejos de otras ciudades alemanas como Bonn, Colonia, Dusseldorf o Aachen, lo que la hace un lugar ideal para combinar en una ruta con la visita a otros lugares.

Información general de Alemania

Otros post relacionados:

Heidelberg, primera universidad alemana

«La ciudad de los estudiantes»

Heidelberg está situada al noroeste del estado de Baden-Wurtemberg de Alemania. Es famosa por su centro histórico con el castillo y por poseer la universidad más antigua del país. Constituye un importante destino turístico.

Es una ciudad universitaria, muy animada y cuya visita recomendamos. Hemos estado allí un par de veces, es un punto obligado en cualquier tour por la zona de Baviera y la Selva Negra. La primera vez tuvimos mala suerte con el tiempo y la vimos un día muy nublado. No llovía mucho pero estaba bastante desapacible. Aún así pudimos conocer la esencia de esta famosa ciudad. No obstante, ¡nos quedamos con ganas de verla con sol!. Por ello, volvimos unos años más tarde. Entonces nos hizo mejor tiempo y pudimos conocer Heidelberg en todo su esplendor.

Consideramos Heidelberg una visita muy interesante si estáis por esta zona del país. ¡Os gustará!.

¿Qué ver en Heidelberg?

Uno o dos días son suficientes para conocer lo más representativo de esta ciudad alemana. A continuación os enumeramos los distintos puntos de interés que no os debéis perder.

La calle Hauptstrasse

En Heidelberg tendréis la oportunidad de pasear por la calle más larga de Alemania, la Hauptstrasse. Atraviesa el centro histórico (Ciudad Vieja o Altstadt). Se extiende desde la parte moderna, la plaza Bismark, hasta el punto neurálgico de la Ciudad Vieja, la plaza del Mercado. Pasear por ella y conocer de primera mano los comercios y el ambiente de Heidelberg es, por supuesto, un plan estupendo.

La antigua Universidad

Heidelberg es una ciudad con un marcado acento universitario. Fundada en 1386, su universidad es la más antigua de Alemania.

En la plaza de la Universidad, en el lado sur de la Hauptstrasse, están enfrentados los edificios de la antigua universidad (Universidad Vieja) y de la nueva, ésta última creada en 1931.

Edificio de la Universidad Vieja de Heidelberg

Es muy recomendable, sin duda, visitar la curiosa Cárcel de Estudiantes en la Antigua Universidad. Esta “cárcel” funcionó desde 1823 durante casi cien años. En la misma se recluía a los estudiantes que cometían infracciones leves, los cuales eran sancionados por la autoridad de la propia universidad. De su visita llaman la atención los grafitis y dibujos que cubren paredes y techos de las antiguas celdas.

La Cárcel de Estudiantes, en la Antigua Universidad de Heidelberg

En el edificio de la antigua Universidad se encuentran también la Rectoría y el Museo Universitario, creado en 1996.

Muy cerca de allí, en la calle Grabengasse, está la Biblioteca Universitaria de 1421, la más antigua del país. En las inmediaciones también se encuentra la Peterskirche, la iglesia más antigua de la ciudad (siglo XII), que actualmente se utiliza como iglesia universitaria.

Peterskirche, en Heidelberg

La Plaza del Mercado

Está en el centro de la Ciudad Vieja. En ella se ubican la iglesia del Espíritu Santo, la más famosa de la ciudad, y el Ayuntamiento. Son dos de los monumentos más destacados.

Iglesia del Espíritu Santo de Heidelberg

Pero el punto que más llama la atención en la plaza es el bello edificio de piedra de la Casa Zum Ritter, uno de los pocos que quedan tras la casi completa destrucción de la ciudad en 1622. También conocida como la Casa del Caballero, este bonito edificio fue construido en 1592. Actualmente alberga un hotel.

La zona de más ambiente de Heidelberg está junto a esta plaza, en concreto en las calles Unteren y Steing. Allí hay restaurantes, cervecerías y famosos bares de copas, como la histórica taberna de estudiantes Vetter.

El Puente de Carlos Teodoro

Muy cerca de la plaza del Mercado se encuentra el histórico puente de Carlos Teodoro. Con la puerta de Carlos en primer plano, es uno de los puntos icono de la ciudad.

Construido en 1784, este puente cruza el río Neckar y por él se puede acceder a los miradores del paseo de los Filósofos. Desde ellos están, sin lugar a dudas, las mejores vistas panorámicas de Heidelberg. Subir a este paseo es una visita imprescindible.

Junto al puente está otro de los símbolos actuales de la ciudad, la popular escultura conocida como el Mono del Puente, instalada en la década de los 70.

El Castillo de Heidelberg

Utilizando el primer tramo del funicular, el más moderno de Alemania, se llega al Castillo de Heidelberg. Es otro de los rincones imprescindibles de conocer.

La mayor parte del Castillo en la actualidad se encuentra en ruinas, si bien se puede visitar el patio central y algunas salas interiores. Destacamos la antigua farmacia, nos llamó bastante la atención.

Asimismo se puede pasear por sus jardines hasta llegar al mirador desde donde por las mañanas hay muy buenas vistas panorámicas de Heidelberg.

En verano, al igual que sucede en otras ciudades europeas, en Heidelberg se celebran numerosos eventos culturales. Lo más destacado es el Festival del Castillo. Merece la pena asistir a algún espectáculo.

Transporte

La ciudad es perfectamente asequible para recorrerla andando. En nuestro caso  llegamos hasta Heidelberg en coche desde Friburgo. Por supuesto es lo que recomendamos, alquilar un coche y poder conocer toda la zona.

Para llegar en avión, hay varios aeropuertos. El de Frankfurt es el más cercano. Se encuentra a 79 km.

Información general de Alemania

Otros post relacionados:

Baviera y la Selva Negra, paisajes para recordar

«Bosques, ardillas y relojes de cuco»

La zona sur de Alemania es sin duda una de las más atractivas del país. No solo hablamos de los paisajes impresionantes que encontraréis por allí, también es de las partes más animadas y en la que mejor disfrutaréis de su rica gastronomía.

En nuestro caso hicimos un «road trip» de 9 días durante el mes de Agosto por los estados de Baviera Baden-Wurtemberg. En este último es donde se ubica la conocida «Selva Negra», ¡espectacular!. En el viaje también pasamos a Austria para ver la hermosa ciudad de Innsbruck, cerca de la frontera con Alemania.

La experiencia fue fantástica y lo cierto es que nos encantó todo lo que vimos. Lo único malo…¡¡el tiempo!!. Tuvimos mala suerte y solo nos hizo bueno los primeros días y el último…el resto lluvias torrenciales…¡y de éstas que no paran, en fin!. Por lo demás, recomendamos sin duda el recorrido.

Os comentamos a continuación lo que fuimos visitando en el orden que lo hicimos. Debemos decir que las carreteras que se recorren son realmente impresionantes, así como los parajes y paisajes que se observan durante todo el trayecto: ¡una auténtica maravilla!.

Múnich

Desde Madrid volamos a Múnich, la capital de Baviera. Es uno de los puntos más conocidos de la zona sur de Alemania. El comenzar conociendo esta animada ciudad fue una idea estupenda. La pudimos ver en todo su esplendor. Allí estuvimos 2 días y medio, durante los cuales visitamos los diferentes puntos de interés y disfrutamos de las distintas tradiciones y costumbres de esta emblemática ciudad alemana. El tiempo fue fantástico, solazo todo el rato y una temperatura sumamente agradable. En resumen…¡un 10 para Múnich!:).

Lindau

Tras visitar Múnich, alquilamos un coche para el resto del viaje. Lo primero que hicimos fue ir hasta Innsbruck, en Austria. Habíamos leído que merecía mucho la pena. En un viaje anterior, pudimos conocer Salzburgo y Viena, sin embargo no tuvimos tiempo para ir a la capital del Tirol. Así que…aprovechando que estábamos por la zona, ¡¡para Innsbruck que fuimos!!. Estuvimos solamente un día, pero fue suficiente. Una visita muy recomendable, con un entorno entre montañas más que idílico.

Desde Innsbruck entramos de nuevo en Alemania y nos desplazamos hasta la preciosa ciudad de Lindau, a orillas del lago Constanza (Bodensee).

Lindau posee un centro histórico típico de la región sur alemana. Disfrutaréis mucho paseando por la Plaza del Mercado, atravesando sus callecitas y viendo llamativos edificios como por ejemplo el del Antiguo Ayuntamiento (Altes Rathaus). Al lado se encuentra el del nuevo, Neues Rathaus, construido entre 1706 y 1717. Es un edificio barroco coronado por un alto tejado y decorado con jarrones y obeliscos. También está cerca la Diebsturm (Torre de Los Ladrones), una llamativa torre vigía de forma circular que data del siglo XIV.

Pero sin lugar a dudas lo que destacamos de esta bonita ciudad es su puerto, con un encanto difícil de describir. El faro y el León miran a la inmensidad del lago, con los Alpes al fondo, como protegiendo a la localidad de lo desconocido.

En Lindau estuvimos solamente un día también, pero debemos decir que la consideramos una visita obligada en vuestro viaje por esta zona del país.

El lago Titisee y Friburgo

Desde Lindau nos acercamos a ver el lago Titisee. Los lagos son sin duda otros de los protagonistas de la zona sur de Alemania. Fue una pena porque este día nos llovió muchísimo y no pudimos disfrutar de la visita como esperábamos.

El lago llama la atención, con 20 metros de profundidad y situado a una altitud de 850 metros. Dicen que se llama así porque al emperador romano Tito, cuando pasó por aquí en el siglo I, le gustó mucho la zona.

Tras esta visita nuestra siguiente parada fue Friburgo («Friburgo de Brisgovia», llamada comúnmente Friburgo). Considerada la capital de la Selva Negra, es la cuarta ciudad más grande del estado de Baden-Wurtemberg.

Como en el resto de ciudades de este estilo, recomendamos dar un paseo por todo el centro, admirando la belleza de cada rincón. Sus calles y su centro son los típicos de las localidades del sur del país. Entre las atracciones que visitar se encuentran el Antiguo y Nuevo Ayuntamientos y la Catedral. Ésta se sitúa en la plaza del mismo nombre, en la que además se encuentran los Almacenes Históricos, otra de las construcciones que hay que ver en Friburgo.

Triberg

Después de la visita a Friburgo, nos dirigimos hacia Triberg. Es una de las localidades más turísticas de la Selva Negra. No es especialmente bonita pero tiene dos cosas que os llamarán la atención: sus cascadas (las novenas más altas del país) y los dos relojes de cuco más grandes del mundo. Uno de ellos está en la vecina localidad de Schonach.

Reloj de cuco gigante en Schonach

En Alemania se fabrican estos tradicionales relojes. Existen decenas de pequeñas y medianas empresas que los elaboran. La mayoría de ellas, artesanales, están situadas en la Selva Negra.

Por supuesto en un road trip por el sur de Alemania, ¡no puede faltar parar de vez en cuando para tomarse un apple strudel!. En nuestro caso, degustamos uno buenísimo en Triberg:). ¡Todavía nos acordamos de él, exquisito!.

El siguiente punto que teníamos marcado en el mapa para visitar era Freudenstadt, conocida como «la ciudad de la alegría» en el corazón de la Selva Negra. Fue una lástima, pero no nos dio tiempo a llegar. El mal tiempo hizo que tuviésemos que ir más despacio en las paradas. Aún así, hemos oído que merece muchísimo la pena, así que os la recomendamos.

Heidelberg

Desde Triberg, pusimos rumbo hacia Heidelberg, otra de las ciudades que nos apetecía mucho ver y muy conocidas en la zona sur de Alemania. Allí estuvimos menos de un día y la verdad es que se nos quedó corto. En este enlace encontraréis lo más importante que conocer en ella.

Rothenburg ob the Tauber, Augsburgo y Füssen

Rothenburg ob the Tauber, Augsburgo y Füssen forman parte de la llamada «Ruta romántica alemana».  El recorrido incluye el paseo por castillos medievales, palacios y bellos paisajes  disfrutando de la extraordinaria cultura gastronómica en los restaurantes más románticos. Se visitan en el camino 16 pueblos y se recorren 372 kilómetros (5 horas y 30 minutos de conducción continua). Comienza en Würzburg, al sureste de Frankfurt, y termina en Füssen. Obviamente, nosotras no tuvimos tiempo para hacer esta ruta en su totalidad y solo pudimos ver esos 3 puntos. ¡¡Pero nos hemos propuesto hacerla de principio a fin algún día!!:).

Rothenburg ob the Tauber

Tras visitar Heidelberg, fuimos a Rotherburg ob the Tauber, según muchas publicaciones, el pueblo más bello de Alemania. Constatamos que probablemente sea así…¿cuál fue nuestro problema?: ¡¡que lo vimos diluviando!!:(. Fue una auténtica lástima porque lo cierto es que, aún con paraguas en mano y aguantando la fuerte lluvia que caía, pudimos apreciar el encanto de sus maravillosas calles y plazas. Si tenéis suerte y podéis verlo en condiciones, es sin duda una visita obligada en vuestro viaje.

Augsburgo

Tras Rothenburg nos dirigimos hacia Augsburgo, una de las ciudades más antiguas de Alemania y donde nació el padre de Mozart. Allí estuvimos solamente medio día.

Augsburgo es una ciudad bastante monumental, tiene varios palacios, iglesias y plazas amplias. La Catedral, denominada «Catedral de Santa María», presenta mezcla de estilos, con frescos bastante impresionantes y una cripta románica. Al igual que Salzburgo, la ciudad también es conocida por su teatro de marionetas, espectáculo que sin duda os recomendamos.

Füssen

Dejamos Augsburgo y nos dirigimos al punto final de nuestro viaje: Füssen. Por el camino paramos a visitar la Wieskirche , una conocida iglesia de peregrinación. Posee un extravagante interior en estilo rococó. En 1983, la iglesia de Wies fue proclamada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En Füssen la idea que llevábamos era conocer los famosos castillos del Rey Loco, de los que habíamos leído que eran absolutamente de cuento…y podemos afirmar que así son. ¡Esta visita no nos defraudó en absoluto y fue algo increíble!. En el siguiente enlace podéis encontrar todos los detalles sobre la misma.

Y tras Füssen nos dirigimos de nuevo a Múnich para coger el vuelo de vuelta a Madrid…así terminó nuestro road trip por Baviera y la Selva Negra, en aquel ya lejano Agosto de 2007. Un recorrido muy interesante y completo, pues como habéis visto incluye desde pueblos preciosos, hasta ciudades importantes, castillos, lagos y zonas de montaña realmente espectaculares. ¡Animaos a hacerlo, os encantará!.

Transporte en la zona sur de Alemania

Hay varios aeropuertos en la zona sur de Alemania que están muy cerca de la Selva Negra, excelentes opciones para llegar a esta parte del país. Son los de Múnich, Friburgo, Baden-Baden y Stuttgart. El Aeropuerto Internacional de Frankfurt está algo más alejado, pero también puede ser una alternativa.

Existen muchos vuelos para llegar. Una vez allí, como hemos comentado, el viaje que nosotras hicimos por la zona fue en coche y desde luego es lo que recomendamos. Hay muchas compañías de alquiler actualmente y con muy buenos precios. Recorrer de esta manera toda la zona de Baviera y la Selva Negra es desde luego una experiencia estupenda, sin duda, un viaje para recordar.

Información general de Alemania

Otros post relacionados:

Los Castillos del Rey Loco

«Construcciones de ensueño»

¡¡Los Castillos del Rey Loco constituyen una visita obligada en Baviera!!. Son de esas cosas que recordaréis durante tiempo. Aunque existen varias construcciones, los más famosos y recomendables son Neuschwanstein y Hohenschwangau. Se encuentran en la zona de Füssen.

El Castillo de Neuschwanstein

Es sin duda un edificio de ensueño rodeado por un hermoso paisaje. Se construyó bajo el encargo de Luis II de Baviera. Nacido en 1845, fue conocido como el inadaptado o el «El Rey Loco» debido a su carácter romántico y soñador que le llevó a encerrarse en sí mismo y en su mundo de fantasía.

El castillo desde fuera hasta dentro

El ambicioso proyecto de Luis II de Baviera comenzó a tomar forma en 1869 con el encargo del diseño del castillo a un escenógrafo teatral. Éste, según las ideas del rey, proyectó un espacio más estético que funcional.

A pesar del aspecto medieval con el que se construyó el castillo, se incorporaron numerosas modernidades para la época. Contaba con calefacción central de aire caliente, luz eléctrica, agua corriente caliente y fría, desagües automáticos e incluso una línea telefónica.

Neuschwanstein es una construcción que refleja los ideales y anhelos del rey Luis II. Construido como un mundo imaginario y poético en el que podía refugiarse y soñar, el castillo cuenta con pinturas inspiradas en las óperas de Richard Wagner, a quien el rey admiraba hasta límites insospechados.

¡El interior es impresionante!. Entre los 200 cuartos que hay destacan llamativas estancias como la Sala del Trono, con 13 metros de altura, la Sala de los Cantores, que a pesar de su gran tamaño y su escenario no estaba dedicada a acoger fiestas de la corte, o bien el dormitorio del rey y la capilla, realizados en estilo neogótico.

Un sueño hecho realidad

Conocido a nivel mundial como símbolo de la arquitectura romántica idealizada y por la peculiar historia de su dueño, el Castillo de Neuschwanstein es una maravillosa construcción de ensueño que inspiró al mismísimo Walt Disney para la creación del castillo de la Bella Durmiente.

Abierto al público desde 1886, tan solo unas semanas después de la muerte del rey, el castillo recibe en la actualidad cerca de 10.000 visitantes al día en temporada alta, llegando a conseguir más de 1.4 millones de visitantes al año.

Es uno de los destinos turísticos más populares de Alemania.

El castillo de Neuschwanstein

El castillo se encuentra localizado a tan solo 130 kilómetros de Múnich, por lo que resulta un lugar ideal para visitar en una excursión de un día.

Cómo llegar al Castillo de Neuschwanstein desde Múnich

Hay varias maneras de realizar esta visita. Son las siguientes.

  • Excursión en español: Es la forma más cómoda y sencilla de llegar hasta el Castillo de Neuschwanstein. Por 54€ por persona incluye transporte y guía de habla española durante todo el día
  • Transporte público: Es una opción lenta e incómoda, ya que deberéis hacer varios trasbordos. El primer paso es tomar el tren hasta Füssen. Una vez allí tendréis que coger el autobús número 73 (dirección a Steingaden / Garmisch-Partenkirchen) o el número 78 (dirección a Schwangau). La parada es Hohenschwangau / Alpseestraße. Desde ésta podréis caminar 30 minutos hasta el castillo o coger un coche de caballos
  • Coche de alquiler: Si queréis conducir y no os importa alquilar un coche, podréis llegar hasta allí sin problema. Nosotras lo hicimos así y lo recomendamos. Por la zona hay otros muchos puntos de interés y, disponiendo de coche, podréis desplazaros con facilidad

Su vecino: el castillo de Hohenschwangau

El Castillo de Hohenschwangau, otro de los famosos Castillos del Rey Loco, está localizado a escasos 2 km de Neuschwanstein. Vive a su sombra para lo bueno y para lo malo. Fue mandado construir por Maximiliano II de Baviera, padre de Luis II de Baviera, actuando como residencia de verano de la familia.

El castillo de Hohenschwangau

Aunque Hohenschwangau quizá no tenga una fachada tan espectacular como la de su vecino Neuschwanstein, creemos que sería un error no visitarlo. No sólo porque el interior probablemente sea de mayor belleza, sino porque nos parece una muy buena forma de adentrarnos en el fascinante mundo de Luis II. De hecho, sugerimos visitar primero este castillo.

Información relevante para la visita

Otra información importante para la visita a los Castillos del Rey Loco es la siguiente:

  • En el pueblo de Hohenschwangau, muy cerca de Füssen, se encuentra la taquilla donde comprar los billetes para visitar uno o ambos castillos. Es muy importante adquirirlos aquí antes de subir a Neuschwansetin porque no se venden en el castillo
  • Las entradas pueden comprarse por Internet únicamente con 2 días de antelación. Si bien así son algo más caras (aproximadamente 2 euros mas) merece la pena porque os ahorraréis la espera en las taquillas que, en verano, concentra a mucha gente
  • Dentro de los castillos no pueden hacerse fotos ni video. Tampoco se puede acceder con carritos para niños ni mochilas para bebés
  • La visita no es libre, sino en grupos. Para los visitantes de habla hispana hay audio guías en grupos cada media hora. También hay guías profesionales en alemán e inglés
  • Los menores hasta 17 años entran gratis. Los adultos pagan 12 euros.
  • A las puertas de Neuschwanstein hay un parking gratuito, servicios y una cafetería

Múnich, la más animada en Alemania

«La cuna de la cerveza alemana»

¡La visita a Múnich es una de esas experiencias que no se olvidan nunca!. La capital de Baviera, famosa por su cerveza, no defrauda. Aunque no es excesivamente grande, cuenta con puntos realmente interesantes para visitar. Además, en Múnich la diversión está garantizada…¡y es que estamos ante probablemente la ciudad alemana más animada!. Sin olvidar mencionar por supuesto también el conocido Oktoberfest, el festival de cerveza más importante del mundo que se lleva celebrando allí desde 1810.

Pasar unos días recorriendo esta maravillosa ciudad y viviendo sus costumbres y tradiciones es algo obligado para cualquier viajero. Además, su perfecta localización la convierten también en una buena base para realizar excursiones por la zona, tanto en Baviera como en la cercana Selva Negra.

Consideramos por supuesto Múnich una visita sumamente recomendable en vuestro viaje a Alemania.

¿Qué ver en Múnich?

Dos o tres días son suficientes para conocer lo más interesante de la ciudad. Cuenta con un ambiente muy internacional y cosmopolita.

A continuación os enumeramos aquellos puntos imprescindibles que no os debéis perder.

Marienplatz

Es la plaza más importante y el centro neurálgico. Allí se encuentran el Antiguo (Altes Rathaus) y el Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus). Mientras que el primero está reconvertido en un museo de juguetes históricos, el segundo es la sede actual de la Administración local. Ambos edificios fueron severamente dañados en la II Guerra Mundial y reconstruidos posteriormente.

Una experiencia que no debéis dejar de vivir es escuchar el carrillón a mediodía en la plaza. 43 campanas y 32 figuras configuran el Glockenspiel de Múnich, que data de finales del siglo XIX. Ocurre cada día, a las 11, a las 12 del mediodía y a las 17 horas (en verano), representando la boda entre Guillermo V de Baviera y Renata de Lorena, así como la Danza de los Toneleros.

Marienplatz, la plaza más importante de Múnich

Viktualienmarkt

Es el mercado central de Múnich, visita obligada en vuestro viaje y toda una experiencia que no os debéis perder. Es donde mejor se pueden apreciar las costumbres y tradiciones de esta animada ciudad. Tiene 140 puestos que ofrecen los productos más variados: desde flores, frutas exóticas o toda clase de verduras, a quesos, salchichas, carnes o pescado. También especias, té, zumos y otras viandas.

Viktualienmarkt se organiza por zonas, alrededor del Maibaum y el Biergarten (jardín de la cerveza) en el centro. En éste se sirven de forma alterna las seis cervezas producidas en la ciudad de Múnich. En su puesto adyacente, sirven comida tradicional bávara, así como salchichas alemanas. Éstas y otras viandas también se pueden adquirir para llevar, a precios razonables, en los numerosos puestos existentes en la lonja.

La Hofbräuhaus

Es la cervecería más famosa de la ciudad y una de las más conocidas de Alemania. Todos lo saben pero no por eso deja de ser menos interesante visitarla. Espectacular la decoración del techo en la sala principal, magnífica la Festsaal en la última planta y fabuloso el ambiente. Eso sí, para cenar codillo hay mejores opciones (Haxnbauer, Weisses Braühaus, Augustinerkeller, etc..).

La Hofbräuhaus, la cervecería más famosa de Múnich

El jardín inglés

Es el parque por excelencia de Múnich y uno de los más grandes que existen. Ocupa 417 hectáreas llenas de sendas, riachuelos y arboledas. Pasear por sus diferentes senderos y descansar entre sus múltiples verdes praderas es siempre un plan genial. Además, el parque cuenta con distintos jardines de la cerveza que hacen la visita sumamente agradable.

Entre sus construcciones más famosas cabe destacar la Torre China (Chinesischer Turm), una pagoda de madera construida a finales del siglo XVIII, a la par que el parque abría sus puertas. Hoy en día, esta curiosa torre está envuelta por un gigantesco jardín de cerveza con unas 7.000 plazas, normalmente abarrotado en los calurosos días de verano.

Estanque en el Jardín Inglés, en Múnich

Las iglesias

Las iglesias más importantes de la ciudad y cuya visita os recomendamos sin duda son la catedral o Frauenkirche y su vecina, la jesuita Sankt Michael.

La catedral es el símbolo de la ciudad. Sus torres (Dom zu Unserer Lieben Frau) y sus cúpulas encebolladas dominan el centro histórico. Encargada por Segismundo de Baviera, su construcción duró 20 años, siendo consagrada en 1494.

Catedral de Múnich

La de San Miguel es la iglesia renacentista por excelencia en Múnich y uno de los mejores ejemplos del estilo en Baviera y Alemania. Tras un laborioso proceso de restauración, la fachada fue nuevamente descubierta en la primavera de 2013.

Mirador de la Torre de San Pedro

Se trata del mirador panorámico situado en lo alto de la torre de la iglesia de San Pedro, la más antigua de Múnich. Desde allí se perciben unas fantásticas vistas panorámicas que incluyen Marienplatz y el centro histórico, pero también el resto de la ciudad, y en días despejados, los Alpes.

La Residenz

El Palacio Real, la denominada Residenz, ha sido sede gubernamental y residencial de la familia Wittelsbach entre los siglos XVI y XX. Convertida en un museo, presume de espléndidas salas como el Antiquarium renacentista o el barroco Teatro de Cuvillliés. Los monárquicos y amigos del barroco disfrutarán enormemente con esta visita.

El Deutsches Museum

Aunque es bastante grande y recorrerlo requiere tiempo, esta visita es desde nuestro punto de vista, una de las más interesantes de la ciudad. Con una variadísima colección de más de 100.000 objetos, el Deutsches Museum es un extenso museo que cuenta con una de las colecciones de ciencia y tecnología más grandes de todo el mundo. Los amantes de estas áreas disfrutarán al máximo. Allí podréis desde montar en aviones hasta ver barcos o entender de primera mano el nacimiento de métodos como la imprenta.

El BMW Welt

Ocupando un elegante edificio de estilo futurista ubicado junto a la sede mundial de BMW y frente al Parque Olímpico de Múnich, el BMW Welt es un impresionante concesionario con una amplia exposición de vehículos de la marca en el que además se organizan conferencias y actos culturales.

Las instalaciones ofrecen una exhibición en la que se muestran los modelos más actuales de la marca, incluyendo motocicletas y vehículos de Fórmula 1.

Odeonsplatz

Conocida como la Plaza del Odeón debido a la gran sala de conciertos que se ubicaba en el lugar en el momento de su construcción, Odeonsplatz es una atractiva plaza rodeada por majestuosos edificios que fue diseñada como entrada triunfal para la ciudad.

Odeonsplatz es una de las principales plazas de Múnich y se encuentra enmarcada por un entorno incomparable. Éstos serían los puntos que merece la pena destacar:

  • Feldherrnhalle. Símbolo del honor del ejército bávaro, esta imponente construcción diseñada en 1841 es el punto más destacado de la plaza. Su arquitectura y sus esculturas recuerdan a la Loggia dei Lanzi, en Florencia
  • Iglesia de los Teatinos. Con una imponente fachada amarilla de estilo Rococó, la Iglesia de los Teatinos constituye uno de los principales símbolos de la ciudad
  • Hofgarten. Este agradable jardín de estilo italiano resulta ideal para olvidarse del tráfico y el ruido en pleno corazón de la ciudad. Desde él se accede al Jardín Inglés

Iglesia de los Teatinos, en Múnich

Karlsplatz

Es una gran plaza localizada en el centro de Múnich que fue construida en el siglo XVIII tras el derribo de la muralla medieval. Está siempre muy concurrida y es un conocido punto de encuentro que se une con Marienplatz por medio de una de las principales arterias comerciales de la ciudad, Neuhauser Straße.

Entre los puntos a destacar en Karlsplatz se encuentran los siguientes:

  • Karlstor. Construida para dar acceso a la ciudad a través de su antigua muralla medieval y reconstruida con un atractivo estilo neogótico, Karlstor es una de las puertas más conocidas de Múnich
  • Fuente central. Localizada en el centro de la plaza, constituye un atractivo elemento decorativo además de un excelente lugar para descansar utilizado por locales y turistas
  • Palacio de Justicia (Justizpalast). El edificio más llamativo de la plaza es el Palacio de Justicia, una imponente construcción de estilo neobarroco con una cúpula de acero y cristal

Otros planes en Múnich

Indudablemente, una ciudad como Múnich no se conoce solamente visitando sus principales puntos de interés turístico. Se pueden realizar asimismo otros tipos de planes que os ayudarán a integraros además en la cultura del país.

Una cosa que por supuesto os recomendamos es probar la Weisswurst, la salchicha muniquesa por excelencia. Acompañada de mostaza dulce, un Brezel o…¡una Weissbier!.

Además, otra experiencia estupenda es perderse por el barrio de Glockenbachviertel y disfrutar de sus tiendas, cafés o restaurantes. Es el lugar de moda en la ciudad, no siempre tan conservadora como parece. Si queréis seguir con las compras, callejear alrededor de Marienplatz por Theatinerstrasse, Sendlingerstrasse y Kaufingerstrasse también está fenomenal.

Visitas cercanas

Desde Múnich se pueden realizar muchas excursiones interesantes. Unas visitas que consideramos sumamente recomendables son las de los Castillos del Rey Loco. ¡Nos encantaron!.

Otro lugar muy frecuentado es el campo de concentración de Dachau. Junto con Auschwitz, es uno de los campos de concentración más representativos de la masacre nazi. Se encuentra a 13 km al noroeste de Múnich. Nosotras no nos acercamos. Imaginamos que esta visita resultará sumamente sobrecogedora.

Transporte

El transporte público en Múnich es muy eficiente y tiene un horario muy amplio. De todos modos, como en la mayoría de las ciudades europeas, recomendamos caminar y recorrer todo lo que se pueda andando. Es la mejor forma de conocer la ciudad.

En Múnich hay tren, metro, tranvía y autobús. Existen diferentes tipos de billetes y abonos que se adaptan a las necesidades de todos los usuarios. Los hay desde sencillos, hasta para 1 día o más. Asimismo, también hay billetes para grupos de personas.

Si llegáis en avión, podéis comprar un billete de aeropuerto+billete sencillo. Permite viajar desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad y realizar los trayectos que se desee en toda la red de transportes hasta las 6 de la mañana del día siguiente. Los hay individuales y para grupos. Se pueden adquirir en las máquinas de venta del aeropuerto y en la mayoría de las estaciones de tren (S-Bahn) de la ciudad. Para comprarlos hay que seleccionar «MVV Münchner Verkehrs- and Tarifverbund» y después «Airport-City Day Ticket».

Información general de Alemania

Otros post relacionados:

Otros planes para conocer Berlín

«Un recorrido diferente»

En este apartado os hablaremos de planes chulos para hacer en Berlín. Conoceréis la ciudad desde un punto de vista diferente.

La ciudad alternativa

Sobre todo en los últimos años, Berlín ha cogido fama de ciudad alternativa y distinta en Europa. La música es parte del entorno, por lo que uno de los planes que os proponemos es visitar alguna tienda de música. Para los amantes de la música electrónica es imprescindible ir a Spacehall y Hard  Wax. El interior de esta última está cubierto de graffitis y pegatinas. Allí encontraréis gran cantidad de discos de vinilo.

Entrada de la famosa tienda Hard Wax, en Berlín

Otro de los planes chulos para hacer en Berlín es, como en muchas ciudades grandes, visitar algún mercadillo callejero. Uno de los más famosos es el Mauerpark, donde podréis encontrar diferentes tipos de artículos y puestos.

Otra cosa que no os debéis perder es la cerveza del país. No os podéis ir de Berlín sin haber probado una buena cerveza alemana. Alemania es denominado «el país de la cerveza», por lo que hay gran variedad como os podréis imaginar. Existen gran cantidad de cervecerías por toda la ciudad. Os recomendamos Kaschk, que cuenta con 12 grifos rotatorios. En ella se sirven las mejores cervezas alemanas y noruegas.

Interior de la cafetería-cervecería Kaschk, en Berlín

Por último, otro plan muy chulo en Berlín es ir a la zona del río Spree. En verano hay mucho ambiente y se llena de grupos de gente sobre el césped. Los bares y restaurantes también sacan sus hamacas al exterior. Berlín además cuenta con playas urbanas sobre el río. ¡Todo un planazo con el buen tiempo!.

Playa de Berlín en el río Spree

Los museos de Berlín

«La historia de la ciudad»

Gran parte de los museos de Berlín se encuentra en la Isla de los Museos. Está situada en el río Spree junto al corazón de la ciudad. Es uno de los conjuntos museísticos más importantes del mundo.

Vista aérea de la Isla de los Museos, en Berlín

La Isla de los Museos

El complejo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está formado por cinco prestigiosos museos. Albergan colecciones arqueológicas y de arte. Son el Museo de Pérgamo, el Museo Antiguo, el Museo Nuevo, la Antigua Galería Nacional y el Museo Bode. Aunque todos son muy interesantes, recomendamos en concreto el primero y el tercero.

Durante la Segunda Guerra Mundial gran parte de los edificios de la isla quedó terriblemente dañada. Algunos han visto finalizadas sus reformas recientemente.

El Museo de Pérgamo

Inaugurado en 1930, el Museo de Pérgamo es el museo más imponente de la Isla de los Museos. Es el más visitado de todo Berlín. En el interior del edificio con aspecto babilónico, se expone la impresionante Colección de Antigüedades. Además también alberga el Museo de Oriente y el Museo de Arte Islámico.

Interior del Museo de Pérgamo, en Berlín

El Museo Nuevo

El Museo Nuevo (Neues Museum) es la joya de los cinco museos que componen la Isla de los Museos. Permaneció cerrado durante 70 años y ha abierto recientemente sus puertas. Es uno de los más visitados de Berlín.

El Museo Nuevo está entre los museos más espectaculares del mundo. Las colecciones que alberga son impresionantes. Cada una de las salas es diferente a la anterior, pero todas tienen algo especial y sorprendente.

En su interior está además el Museo Egipcio de Berlín, que custodia una de las colecciones de antigüedades egipcias más importantes del mundo. La pieza más llamativa es el famoso busto de Nefertiti.

Busto de Nefertiti

Otros museos

Además de los que hay en la Isla de los Museos, hay otros más cuya visita también es recomendable. Son los siguientes.

Museo Checkpoint Charlie

Está dedicado al muro de Berlín y al más conocido de los pasos fronterizos, el Checkpoint Charlie. El museo se encuentra repleto de fotos, vídeos y maquetas que muestran cientos de detalles interesantes sobre los intentos de los ciudadanos de Berlín por alcanzar la libertad.

Museo alemán de la Tecnología

Es el lugar idóneo para emprender un viaje a través de la historia de la ciencia. Perfecto para los más jóvenes. Situado en el área de la antigua estación de tren Anhalter Bahnhofl, el museo posee una gran colección de trenes. Además también cuenta con una antigua fábrica de cerveza, una herrería y molinos de agua y viento.

El muro de Berlín

«La separación más difícil»

El muro de Berlín dividió la ciudad en dos partes durante 28 años, separando a familias y amigos.

Antecedentes

Al finalizar la II Guerra Mundial, tras la división de Alemania, Berlín también quedó dividida en cuatro sectores de ocupación: soviético, estadounidense, francés e inglés. Las malas relaciones entre los comunistas y los aliados fueron creciendo. Llegó un punto en que surgieron dos monedas, dos ideales políticos y, finalmente, dos Alemanias.

En 1949 los tres sectores occidentales (estadounidense, francés y británico) pasaron a llamarse República Federal Alemana (RFA). El sector oriental (soviético) se convirtió en la República Democrática Alemana (RDA). Así Berlín quedó dividida y se crearon 81 puntos de paso entre las dos zonas de la ciudad.

La construcción del muro

La maltrecha economía soviética y la floreciente Berlín occidental hicieron que muchas personas dejaran atrás la Alemania Oriental para adentrarse en el capitalismo.

La RDA comenzó a darse cuenta de la pérdida de población que sufría (especialmente de altos perfiles) y, la noche del 12 de agosto de 1961, decidió levantar un muro provisional. Se cerraron 69 puntos de control, dejando abiertos sólo 12. En los años siguientes se terminó con la construcción, que acabó siendo una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura.

Acompañando al muro, se creó la llamada «franja de la muerte». Estaba formada por un foso, una alambrada, una carretera por la que circulaban constantemente vehículos militares y vigilancia permanente. Tratar de escapar era similar a jugar a la ruleta rusa con el depósito cargado de balas. Aun así, fueron muchos los que lo intentaron.

Entre 1961 y 1989 más de 5.000 personas trataron de cruzar el muro y más de 3.000 fueron detenidas. Alrededor de 100 personas murieron en el intento, la última de ellas el 5 de febrero de 1989.

La caída del muro

La caída del muro de Berlín vino motivada por la apertura de fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989, ya que cada vez más alemanes viajaban a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana. Este hecho, motivó enormes manifestaciones en Alexanderplatz que llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia el oeste estaba permitido.

¿Dónde ver los restos del muro en Berlín?

Aunque gran parte de la ciudad está reconstruida, son totalmente perceptibles todavía las diferencias entre las dos Alemanias, quedando aún muchas de las construcciones comunistas en la parte oriental.

Actualmente, la parte más importante que se ha mantenido en pie del muro de Berlín se encuentra en la zona conocida como East Side Gallery. Allí se pueden recorrer 1,3 kilómetros del mismo. Está decorado con impresionantes pinturas que reflejan multitud de acontecimientos relacionados. Es la mayor galería de arte al aire libre del mundo. Cientos de graffitis documentan los cambios tras la Guerra Fría. La visita a la East Gallery es altamente recomendable. Contemplar el arte urbano de Berlín es una de las mejores maneras de conocer la ciudad.

El muro en la actualidad, East Side Gallery

En la exposición denominada Topografía del Terror, situada junto al Checkpoint Charlie, también se pueden encontrar importantes restos del muro.

Restos de muro cerca del Checkpoint Charlie

Berlín, una ciudad repleta de historia

«La Ciudad Fénix»

Dedico este post a mis amigas Noelia, María y Ana Rosa, con las que tuve la oportunidad de conocer Berlín en Octubre de 2012…¡qué buen recuerdo de aquella escapada!. ¡Espero que os guste!. ¡Un beso! – Virginia

Berlín, capital de Alemania, es desde nuestro punto de vista una de las ciudades de Europa más interesantes para visitar. Escenario principal de la Segunda Guerra Mundial, sufrió de primera mano los terribles bombardeos. Además, la construcción de un muro dividiéndola en dos partes la marcó durante muchos años.

La ciudad está totalmente reconstruida en la actualidad. Paseando por sus calles es imposible comprender cómo hace menos de un siglo Berlín estaba casi en ruinas. Por eso se la conoce como «Ciudad Fénix», porque como el ave, resurgió de sus cenizas.

Para muchos, los edificios modernos actuales le han quitado completamente el encanto a la capital alemana. La mezcla entre los restos de las construcciones antiguas y los de la era contemporánea no es entendida por muchos de los visitantes, acostumbrados a las famosas «ciudades de cuento» que tenemos por toda Europa.

En nuestra opinión, la visita a Berlín es muy interesante, sobre todo porque, a pesar de la modernidad, en la ciudad todavía quedan cimientos de esa impresionante y cruda historia vivida en el siglo pasado.

¿Qué ver en Berlín?

¡En Berlín es imposible aburrirse!. La ciudad ofrece muchas posibilidades al viajero, un turismo en cierto modo particular y diferente.

Las visitas que no os debéis perder son las siguientes.

El muro de Berlín

Es quizás lo que más marca a esta ciudad y un elemento clave en su historia. Encontraréis todo lo referente a él en este enlace.

Puerta de Brandeburgo

La Puerta de Brandeburgo, antigua puerta de entrada a Berlín, se ha convertido en uno de los principales iconos de la capital alemana y es símbolo del triunfo de la paz sobre las armas.

Fue inaugurada en 1791. Se trata de una enorme construcción de 26 metros de alto. Con su estilo neoclásico, recuerda a las construcciones de la Acrópolis de Atenas.

En 1795, el monumento se coronó con una cuadriga de cobre. Representa a la Diosa de la Victoria en un carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad. La llegada de la Segunda Guerra Mundial causó graves daños a la estructura y prácticamente destruyó la cuadriga. Algunos años después del fin de la guerra, se procedió con la reconstrucción.

Puerta de Brandeburgo, en Berlín

La mayoría de los free tours de Berlín parte de la plaza en la que se encuentra la puerta, denominada Pariser Platz. Os recomendamos sin duda este plan, pues es una buena manera de conocer la ciudad.

Unter den Linden

Unter den Linden («Bajo los tilos») es, junto con la Kurfürstendamm, una de las principales avenidas de Berlín.

Es un largo bulevar de kilómetro y medio. Va desde la Puerta de Brandenburgo hasta Schlossbrücke (Puente del Castillo). A lo largo de él se pueden contemplar gran parte de los edificios más importantes de Berlín.

Entre ellos cabe destacar el imponente edificio de la Nueva Guardia, la Bebelplatz acompañada por el edificio de la Ópera de Berlín, la Universidad Humboldt y la Catedral Católica de Santa Eduvigis. El Puente del Castillo al final de la avenida lleva hacia la Isla de los Museos de Berlín.

Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm

La Iglesia neorrománica Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche (iglesia en recuerdo del emperador Guillermo) es muy especial. Fue construida bajo el mandato del Káiser Guillermo II, quedando destrozada por las bombas de los ataques aliados durante la II Guerra Mundial.

En 1950 se hicieron planes para su demolición. Los ciudadanos se negaron y se tomó la decisión de crear un monumento conmemorativo con los restos de la iglesia.

Enfrente de la entrada de la iglesia se construyó una moderna capilla (llamada Iglesia Nueva). Está formada por cristales azules que reflejan una preciosa luz en su interior.

La opinión sobre el conjunto actual es muy variable. Mientras algunos piensan que es algo original, otros muchos opinan que la modernidad de la Iglesia Nueva rompe completamente el encanto del lugar.

Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, en Berlín

Kurfürstendamm

La avenida Kurfürstendamm, llamada coloquialmente Ku´Damm, es la calle más popular de Berlín junto a Unter den Linden. Kurfürstendamm comienza junto a la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm y se extiende más de tres kilómetros hacia el oeste. Termina en la zona residencial de Halensee.

Alexanderplatz

Alexanderplatz ha estado considerada el centro de Berlín desde la Edad Media. Actualmente alberga la Torre de Televisión y el famosos Reloj Mundial. Éste último señala la hora de todas las ciudades del mundo.

La característica Torre de la Televisión de Berlín

En esta plaza han acontecido muchas de las protestas vividas en la capital alemana. Fueron famosas las de 1989 contra el gobierno comunista.

En la zona ajardinada de la parte oeste de la torre de la Televisión se pueden destacar tres interesantes monumentos. Son la Iglesia Marienkirche, construida en 1380, la Fuente de Neptuno y el Ayuntamiento Rojo, cuyo nombre proviene del color de su ladrillo.

Ayuntamiento de Berlín

Además casi junto a la orilla este del río, veréis entre una arboleda un conjunto monumental en el que destacan dos enormes estatuas de bronce. Son Marx en posición sentado y Engels de pie junto a él.

Este monumento, denominado Marx Engels Forum, está dedicado a los fundadores del movimiento comunista. Fue levantado por las autoridades de la RDA en el año 1986. ¡Llama mucho la atención!.

Monumento Marx Engels Forum

Desde Alexanderplatz parten además las grandes avenidas construidas durante la época comunista. Merece la pena destacar la Karl-Marx-Allee, una amplia avenida en la que se puede apreciar la arquitectura soviética.

El Parlamento alemán

El antiguo edificio del Reichstag es la sede del Parlamento Alemán (Bundestag Alemán). Se trata de un edificio histórico con aspecto de templo clásico, coronado por una gran cúpula moderna por la que se puede transitar.

Fachada del Parlamento Alemán en Berlín

Cúpula del Parlamento

La Catedral

La Catedral (Berliner Dom) se alza majestuosa en las proximidades del Río Spree. Posee una cúpula de cobre de color verdoso.

Se trata del edificio religioso más representativo de Berlín. Se encuentra enfrente del jardín Lustgarten, entre la Isla de los Museos y el solar antes ocupado por el Palacio Imperial.

La Catedral de Berlín

Monumento al Holocausto

Fue edificado en las cercanías de la Puerta de Brandenburgo entre los años 2003 y 2005. Es un monumento en memoria de los judíos asesinados en Europa.

Se trata de una cuadrícula formada por 2.711 bloques de hormigón de diferentes alturas. Permite que los visitantes elijan su camino de entrada y salida.

Desde el sureste del monumento, se puede acceder a un espacio subterráneo en el que se ubica el centro de información.

El Checkpoint Charlie

Después de la construcción del muro de Berlín, quedaron pocas fronteras a través de las cuáles los ciudadanos pudieran moverse entre las dos alemanias. El alcalde de Berlín Occidental consiguió que sus ciudadanos pudieran visitar la parte oriental con algunas restricciones. Checkpoint Charlie fue el lugar de acceso.

Desde el año 2001, en Checkpoint Charlie se encuentra instalada una réplica del cartel que años atrás advertía a los ciudadanos. Dice así: “Está entrando en el sector americano”.

Aparte del cartel, hay una pequeña frontera además de una larga colección de fotografías y textos de la época. En ellos se puede ver el aspecto que llegó a tener ese punto.

Palacio Charlottenburg

El Palacio Charlottenburg se construyó entre 1695 y 1699 en un estilo barroco. Fue diseñado como lugar de veraneo de Sofía Carlota, segunda esposa de Federico III. Se pueden visitar todas las estancias interiores. El punto fuerte son los impresionantes y bellos jardines. ¡Os encantará!.

Palacio Charlottenburg, en Berlín

Berliner Unterwelten

Cuando comenzó el declive alemán en la II Guerra Mundial, empezó la construcción de búnkeres.

Durante la Guerra Fría, este sistema de túneles y búnkeres adquirió especial importancia. En algunos casos se mejoró y preparó para un posible conflicto.

Hoy en día se puede realizar un tour por esta ciudad subterránea, que desde luego no os dejará indiferente. Un guía os acompañará a través de las entrañas de uno de los más de 3.000 búnkeres que hay en la capital alemana.

Los museos

La ciudad cuenta con varios museos de interés, la mayoría de ellos en la llamada Isla de los museos. En este enlace podréis ver información de los más recomendables.

Los parques

Berlín cuenta con parques y zonas verdes absolutamente preciosas.

Uno de los parques más bonitos es el Tiergarten, perfecto para darse un paseo y descansar. En estos momentos de relax, os recomendamos por supuesto que probéis los perritos calientes, con las famosas salchichas alemanas. Veréis que los venden en muchos puestos ambulantes…¡y están deliciosos!.

Las plazas

Además de Alexanderplatz, la principal, en Berlín existen plazas muy importantes. Son las siguientes.

  • Potsdamer Platz: Es hoy una de las zonas más modernas de la ciudad. En ella se encuentra el famoso edificio del Sony Center
  • Gendarmen Markt: Construida en el siglo XII, es una de las zonas más bonitas de Berlín. El nombre de la plaza, proviene del Regimiento Gens d’Armes (hombres armados) que se encontraba acuartelado en ella. A ambos lados de la plaza, se pueden ver dos iglesias barrocas idénticas que se completan con una torre coronada por una cúpula. Una es francesa y la otra alemana

Una de las iglesias gemelas en Gendarmen Markt

  • Bebelplatz: La Plaza Bebel (Bebelplatz), antiguamente llamada Opernplatz, está situada en el lado sur de la Avenida Unter den Linden, la principal arteria de Berlín. La plaza es conocida debido a los acontecimientos que tuvieron lugar la noche del 10 de mayo de 1933, cuando fue el escenario de una gran hoguera en la que se quemaron miles de libros de algunos autores censurados por los nazis, como Karl Marx, Heinrich Heine o Sigmund Freud.

La plaza está rodeada de magníficos edificios. Al este, se puede observar el precioso edificio de la Ópera de Berlín. En el lado oeste se encuentra el  edificio de la Universidad Humboldt. En el sur se sitúa la Catedral de Santa Eduvigis, la iglesia católica romana más antigua de la ciudad.

  • Pariser Platz: Está situada junto a la Puerta de Brandenburgo, al final de la Avenidad Unter den Linden. Pariser Platz (Plaza de París) es una de las principales plazas de Berlín y por tanto uno de los lugares más transitados de la capital alemana

Otros planes para conocer Berlín

En los apartados anteriores tenéis una descripción detallada de los puntos de interés. Pero Berlín es mucho más, hay planes chulos y diferentes que podéis hacer para descubrirla de otra manera y a vuestro aire. Podéis ver nuestras recomendaciones en este enlace.

Visitas cercanas

Si os sobra tiempo en vuestro viaje, podéis salir de Berlín y realizar algunas visitas cercanas que también son muy interesantes. A nosotras no nos dio tiempo, pero lo haremos seguramente cuando volvamos.

Entre los puntos más recomendables podemos destacar las siguientes.

Potsdam

Situada a unos 20 kilómetros al suroeste de Berlín, Potsdam ofrece una combinación perfecta entre arte y naturaleza.

En 1990, Potsdam fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a sus hermosos palacios y jardines. Actualmente se ha convertido en una de las ciudades más visitadas de Alemania.

Es muy famoso asimismo el Puente Glienicke, protagonista de la famosa película «El Puente de los Espías», de Steven Spielberg. «La vista desde él compite por ser uno de los puntos más bellos del mundo». Esta frase se le atribuye al humanista y explorador alemán Alexander von Humboldt. El puente une Berlín y Potsdam, separadas por el río Havel en una zona llena de lagos y canales.

Puente Glienicke

Campo de Concentración de Sachsenhausen

Fue construido en 1936 por prisioneros de otros campos de concentración. Fue uno de los más importantes de la Alemania Nazi.

El Campo de Concentración Sachsenhausen no deja indiferente a ninguno de sus visitantes. Durante el recorrido por los barracones en los que se hacinaban los internos, os adentraréis en la dura historia que tuvo lugar en el recinto. 

Si bien en otros lugares no es tan importante, para conocer bien el Campo de Concentración de Sachsenhausen es necesario hacer una visita guiada.

Se puede llegar en tren, tomando las líneas RE5, RB12 y S1, y bajando en la estación de Oranienburg. Desde allí hasta el campo, podéis caminar 20 minutos o tomar el autobús 804.

Transporte en Berlín

La red de transporte público en Berlín funciona perfectamente y llega a cualquier punto de interés. Existen metro, tren, tranvía y autobús. Los billetes sirven para cualquiera de ellos. Los precios varían según las zonas. Además también existen abonos y billetes turísticos especiales.

Los billetes se pueden comprar en las taquillas o las máquinas de las estaciones de metro y de trenes.

Los conductores de autobús y tranvía también venden billetes sencillos y diarios pero, para los tranvías es necesario llevar el cambio exacto en monedas. Recordad que es necesario validar los billetes en las estaciones de metro, al subir en el autobús o en el tranvía.

No obstante, os recomendamos caminar todo lo que podáis. Berlín es una ciudad grande, pero es cierto que todos los puntos de interés están bastante próximos entre sí.

Por otro lado, es también muy recomendable alquilar una bicicleta. La ciudad está totalmente preparada para ello y es muy agradable recorrerla de esta manera. Siempre es un plan genial. ¡Nosotras así lo hicimos y fue una experiencia estupenda!.

Hasta aquí nuestra descripción sobre Berlín, de las visitas más impactantes en Europa. Nos despedimos con un par de instantáneas del viaje a esta maravillosa ciudad, en octubre de 2012.

Información general de Alemania

Otros post relacionados:

Cine y Literatura en Alemania

El cine y la literatura en Alemania son sin duda dos de las artes que más se han explotado en el país. A continuación hablamos un poquito de cada una de ellas.

El cine alemán

El cine alemán ha tenido siempre gran protagonismo a nivel mundial, tanto a lo largo del siglo XX como en los últimos años.

Existen muchos títulos y protagonistas que nombrar. Uno sin duda que marcó un género con su tipo de cine y técnica, fue Fritz Lang (1890-1976). Aunque austriaco de nacimiento, pasó la primera parte de su vida en Alemania para luego trasladarse a Hollywood. Su cinta «Metrópolis» (1927) constituye un referente del cine alemán. Es una película muda del género de ciencia ficción realizada por la productora UFA. Está considerada como una de las grandes películas del cine alemán expresionista y de la historia del cine mundial. Además, luego en América filmó otros títulos de gran éxito y renombre internacional, como «La mujer del cuadro» (1944) ó «Perversidad» (1947). Hemos tenido la oportunidad de ver las dos y nos parecieron absolutamente dos auténticas obras maestras. 

Cartel de la película alemana «Metrópolis»

Otras cintas importantes y representativas del cine alemán que merece la pena destacar son las siguientes.

«Nosferatu» (F.W. Murnau, 1922)

Es una obra del expresionismo alemán, un clásico del cine de vampiros. Se trata de la primera película relacionada con la historia original de Bran Stroker, Drácula. Constituye uno de los films de terror más poéticos de todos los tiempos. ¡Da verdadero miedo!. La película es conocida a nivel mundial.

«La vida de los otros» (Florian Henckel von Donnersmarck, 2006)

Ambientada en la Republica Democrática Alemana del año 1984, narra la historia del capitán Gerd Wiesler. Es un hombre solitario, competente oficial del servicio de inteligencia y espionaje de la Stasi, la todopoderosa policía secreta del régimen comunista de la RDA. Cuando le encomiendan que espíe a la pareja formada por un prestigioso escritor y una popular actriz, no puede ni siquiera imaginar hasta qué punto esa misión va a influir en su concepción de la vida y del mundo.

La cinta obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa de aquel año, además de otros diversos premios. Es considerada por muchos la mejor película en el cine alemán del siglo XXI.

Cartel de la película «La vida de los otros»

«Good Bye, Lenin!» (Wolfgang Becker, 2003)

Narra la historia de una familia en la República Democrática Alemana, en la época de la caída del muro de Berlín, en Octubre de 1989. La madre, orgullosa de sus ideas socialistas, entra en coma y despierta tras la unificación de Alemania. Su familia intentará que lleve esta situación de la mejor manera posible. La original cinta obtuvo gran reconocimiento y diversas nominaciones a premios.

Cartel de la película alemana «Good Bye Lenin!»

«El Hundimiento» (Oliver Hirschbiegel, 2004)

Ambientada en Berlín en abril de 1945, narra la historia de los últimos días de Adolf Hitler. La guerra está sentenciada, pero en las calles todavía se libra una encarnizada batalla. Adolf Hitler y sus fieles se han atrincherado en un búnker. Entre ellos se encuentra Traudl Junge, la secretaria personal del Führer. En el exterior, la situación se recrudece. A pesar de que Berlín ya no puede resistir más, Hitler se niega a abandonar la ciudad. Acompañado de Eva Braun, prepara su despedida.

La cinta fue nominada al Oscar a mejor película de habla no inglesa, además de obtener diferentes premios.

«La Ola» (Dennis Gansel, 2008)

Ambientada en Alemania en la época actual, cuenta la historia de un experimento realizado en un instituto. Durante la semana de proyectos, al profesor se le ocurre hacer una prueba para explicar a sus alumnos el funcionamiento de un régimen totalitario. En apenas unos días, lo que parecía una especie de juego basado en la disciplina y el sentimiento de comunidad va derivando hacia una situación sobre la que el profesor pierde todo control.

La película tuvo muchísimo éxito además de obtener diferentes premios y nominaciones.

Cartel de la película alemana «La Ola»

La literatura alemana

Si hablamos de literatura, Alemania es cuna de autores icónicos, como el exponente de la ilustración alemana George Christoph Lichtenberg o el novelista de mediados del siglo XX, Thomas Mann. Éste último está considerado uno de los escritores europeos más importantes de su generación, recordado por el profundo análisis crítico que desarrolló en torno al alma europea y alemana en la primera mitad del siglo XX. Para ello tomó como referencias principales a la Biblia y las ideas de Goethe, Freud, Nietzsche y Schopenhauer.

Escritores contemporáneos

Hay excelentes escritores alemanes contemporáneos, entre los que debemos destacar los siguientes.

Herta Müller (1953)

Es una novelista, poetisa y ensayista rumano-alemana. Su obra trata fundamentalmente de las condiciones de vida en Rumanía durante la dictadura de Ceaușescu. Ha sido galardonada con numerosos premios, entre ellos el Premio Nobel de Literatura de 2009.

Herta Müller

Katharina Hacker (1967)

Novelista alemana que fue acreedora del Premio Alemán del libro gracias a su obra «Habenichtse». Hacker estudió filosofía, historia y judaísmo en la universidad de Friburgo. Completó su carrera en la universidad Hebrea de Jerusalén. Por ello, aparte de su trabajo como novelista, también se dedica a traducir literatura del hebreo al alemán.

Jenny Erpenbeck (1967)

Estudió teatro en la universidad Humboldt de Berlín. Después cambió sus estudios por Dirección de Música para Teatro en el Conservatorio de Música Hans Eisler.

En 1990 inició su carrera como escritora, convirtiéndose en autora de prosas y obras de teatro como «History of the Old Child», la colección de historias «Trinkets», o la novela «Visitation», entre otras. En 2008 la autora presenta, por primera vez, una novela más extensa, «Heimsuchung», que narra el pasado alemán y, al mismo tiempo, la historia de un paisaje del este de Alemania de forma literaria. Ante los constantes cambios sociales e históricos, el lugar de origen se transforma en un lugar efímero.

Jenny Herpenbeck

Sebastian Meschenmoser (1980)

Estudió Artes Visuales en Mainz y en la Escuela Nacional Superior de Arte en Dijon. Trabaja como artista independiente en Berlín, lo que incluye la creación de cuentos literarios para niños. El Fondo de Cultura Económica le ha publicado las obras «Martin y la llegada de la primavera» (2013), «Martín y la primera nevada» (2013), «3 deseos para el seños Pug» (2013) y «Martín y la luna» (2014).

Günter Grass (1927-2015)

Escritor y artista alemán, galardonado con el Premio Nobel de Literatura y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1999. Su extensa novela «El tambor de hojalata» generó una gran polémica literaria y cimentó el renombre del autor. Desde entonces se convirtió en una de las voces narrativas más conocidas de su país. Escribió más de 10 libros y también realizó obras de ilustración, como en «Der Schatten» («La sombra. Los cuentos de H. C. Andersen»), por la que obtuvo el premio Hans Christian Andersen de ilustración en 2005.

Günter Grass