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“Entre dos ríos”
En la confluencia de los ríos Rin y Mosela, en el mundialmente conocido “rincón alemán”, se encuentra una de las ciudades más hermosas y antiguas de Alemania: Coblenza (Koblenz en alemán). Es la tercera más grande en el estado federado de Renania-Palatinado.
El espectacular marco que rodea Coblenza lo conforman cuatro macizos centrales, los viñedos y los bosques. La ciudad llama mucho la atención por su ubicación entre los ríos. Además tiene plazas y edificios muy bonitos.
Coblenza no es grande, en unas horas se puede ver lo más importante. Si estáis por la zona, consideramos esta visita muy interesante.
¿Qué ver en Coblenza?
A continuación os enumeramos algunos puntos de interés.
Deutsches Eck
Es el lugar más importante de la ciudad. El Deutches Eck debe su nombre al asentamiento de los caballeros de la Orden Teutónica en 1216 en este lugar y es conocido desde entonces como el “Rincón Alemán”. Allí se encuentra la monumental escultura ecuestre de Guillermo I, el primer emperador del Imperio Alemán, erigida en 1897 como reconocimiento a su papel en la unificación de Alemania. El monumento fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial.
En mayo de 1953, el presidente Theodor Heuss declaró el lugar como un monumento a la unidad alemana. Se colocó una bandera del país en el sitio donde antes estuvo la estatua del emperador. Finalmente, en 1993 se construyó la réplica del monumento original en honor a Guillermo I de Alemania gracias a la colaboración de algunos ciudadanos y empresarios de la ciudad. Con 37 metros de altura, es el monumento que podemos admirar hoy en día.
Fortaleza Ehrenbreitstein
Es la segunda fortaleza más grande y mejor conservada en Europa. Se puede observar perfectamente dando un paseo a orillas del Rin (paseo Rheinanlagen), experiencia que sin duda recomendamos. La orilla del río desde el Deutches Eck forma un recorrido de 3,5 km de longitud en el que se pueden visitar algunos monumentos interesantes. El paseo en sí mismo es muy agradable, sobre todo en días soleados, así que merece la pena acercarse a recorrerlo.
Si os animáis a visitarla, en la fortaleza podréis pasar todo el día. Hay muchas exposiciones en su interior: sobre fotografía, gastronomía de la región, arqueología etc…
Para subir (está en lo alto de una colina al otro lado del río Rin) lo suyo es coger el teleférico. Puede tomarse al lado del Deutches Eck y lo mejor es comprar un ticket combinado de teleférico+fortaleza.
Iglesias
En Coblenza podemos destacar distintas construcciones religiosas. En primer lugar, la Basílica de San Castor, la iglesia más antigua de la ciudad. Consagrada en el año 836, el edificio que vemos hoy en día pertenece mayoritariamente al siglo XII.
La iglesia Liebfrauenkirche es también un punto de interés, ya que se encuentra situada en el lugar más alto de la ciudad.
Por último, una de las construcciones más queridas, la iglesia de San Florín, precioso edificio construido en el siglo XII que ha sido remodelado en diferentes ocasiones.
El Altstadt y otros puntos
Callejear por el centro (comúnmente en Alemania llamado Altstadt), descubriendo sus distintos puntos de interés es la mejor manera de conocer el encanto de ciudades como Coblenza.
La Jesuitenplatz es la plaza con más vida de la ciudad. Lleva ese nombre por los edificios que cobija. Fueron construidos hace cuatro siglos, pertenecientes a la orden de los Jesuitas. Hoy en día, son el Ayuntamiento. En el centro de la plaza se levanta un memorial al psicólogo Johannes Müller.
Otra plaza que merece ser visitada es la llamada Am Plan, que conserva también edificios construidos en el siglo XVIII.
Uno de los monumentos más populares de la ciudad es la fuente Schängelbrunnen, todo un símbolo. La palabra “Schäng” deriva de la época de la ocupación francesa de Coblenza. Durante la misma, muchos niños nacidos de soldados franceses y madres alemanas eran llamados Jean. La palabra se asocia a estos niños de espíritu bromista. Llenaban las calles de la ciudad a modo de los “pícaros” españoles. El monumento es una fuente diseñada en 1970. En consonancia con este espíritu bromista, escupe un chorro de agua cada pocos minutos, ¡mojando a todo aquel que se encuentre delante!.
Otros edificios de interés son la Antigua Sede del Gobierno y el Palacio Electoral. Este último se trata de uno de los pocos palacios de estilo clasicista francés que se conservan en esta zona de Alemania. Merece la pena acercarse y dar un paseo por los jardines, llamados Jardines de la Emperatriz Augusta.
El Weindorf
Por último, destacamos el Weindorf. Se trata de una reconstrucción de un pueblo vinícola tradicional. Fue construida en 1925 con motivo de la Exposición Imperial del Vino Alemán. Aunque iba a ser temporal, la idea gustó tanto que este pueblecito ha llegado hasta nuestros días.
Cada una de las cuatro casas representa una región vinícola alemana y hoy en día alberga un restaurante donde degustar las especialidades gastronómicas y los vinos de la región.
Transporte en Coblenza
La ciudad es perfectamente asequible para recorrerla andando y es como se debe hacer. Si llegáis en avión, el aeropuerto más cercano es el de Frankfurt. Allí podréis coger el tren directamente a Coblenza. El trayecto dura algo más de una hora y los paisajes que se observan son absolutamente preciosos.
Además Coblenza no se encuentra muy lejos de otras ciudades alemanas como Bonn, Colonia, Dusseldorf o Aachen, lo que la hace un lugar ideal para combinar en una ruta con la visita a otros lugares.
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