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“Un puerto comercial de gran importancia”
Marsella es una ciudad portuaria del sur de Francia, capital del departamento de Bocas del Ródano y de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul. Es la segunda ciudad más poblada del país después de París y la tercera en extensión, tras París y Lyon. Constituye el puerto comercial más importante de Francia y del Mediterráneo, tercero en entidad de Europa tras Rotterdam y Amberes. Es un centro de gran actividad industrial especializado en la petroquímica y el refino de petróleo, construcción naval e industrias diversas. Representa también un nudo de comunicaciones en el que confluyen las rutas entre París, Italia, Suiza y España. Marsella es sede de una Archidiócesis y centro universitario de primer orden establecido en 1409.
Esta ciudad fue fundada hace 2.600 años por los griegos. Siempre ha tenido fama de conflictiva, sin embargo, en los últimos tiempos ha sabido transformarse en un destino perfecto para los viajeros que buscan la parte cultural y relajarse en sus idílicas calas. Ello ha sido posible sobre todo gracias al carácter de la gente y los indiscutibles atractivos con que cuenta esta histórica ciudad francesa.
¿Qué ver en Marsella?
Conocemos Marsella muy por encima. Estuvimos allí en Junio de 2011 en una visita muy fugaz y no nos dio tiempo a ver mucho. Por tanto, es un punto que tenemos marcado en el mapa claramente para volver.
A continuación os enumeramos los principales puntos de interés que no debéis dejar de conocer en vuestro recorrido por esta emblemática ciudad francesa.
El Puerto Viejo (Vieux Port)
Es sin duda el lugar más importante de Marsella. Antiguo motor económico de la ciudad y uno de los puertos más importantes del Mediterráneo desde la época griega, visitarlo es un auténtico placer. En la actualidad, este pintoresco lugar que se utiliza como puerto deportivo, se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad. Ello es debido a puntos como los antiguos talleres y el Faro de Santa María, además del precioso Ayuntamiento (Mairie de Marseille).

El Viejo Puerto de Marsella
Cenamos allí la primera noche que estuvimos en Marsella y fue estupendo. Hay todo tipo de sitios y para todos los bolsillos:).

Calle de restaurantes cercana al Puerto Viejo
Le Panier
Le Panier, la parte más antigua de la ciudad y antiguo barrio de pescadores e inmigrantes, es otro de los puntos que no os podéis perder en Marsella. En un paseo por sus calles estrechas y pequeñas plazas, podréis observar los preciosos edificios de estilo provenzal.
El centro de Marsella posee un aire decadente, con fachadas de colores y ropa tendida en sus balcones, con numerosos grafitis y muestras de arte urbano de calidad. Aunque turística, esta parte ha conseguido mantenerse en el tiempo conservando gran parte de su autenticidad.

Calle en Le Panier
La Catedral de la Major
La Catedral de la Major, denominada Catedral de Sainte-Marie-Majeure, construida en la segunda mitad del siglo XIX y que evoca al Oriente por su estilo románico-bizantino, es uno de los edificios que visitar en Marsella más imprescindibles.
Esta iglesia única en su género en Francia y con vistas al mar, destaca por la piedra caliza de colores blancos y verdes de su fachada, así como por una bonita decoración interior en mármol y pórfido con elaborados mosaicos.

Catedral de la Major de Marsella
Fuerte Saint Jean
El Fuerte Saint Jean, situado en la entrada del Puerto Viejo y con una importante historia detrás, es otro de los lugares que ver en Marsella. Este fuerte, rodeado por un foso y construido entre 1668 y 1671 por orden de Luis XIV, mantiene la estructura de una antigua comandancia de las Hospitalarias de San Juan de Jerusalén del siglo XII y una gran torre cuadrada construida por el rey René entre 1447 y 1453. Posteriormente se añadió la torre circular del Fanal que permitía divisar cualquier navío que se acercase a menos de 20 kilómetros del puerto.

Fort Saint Jean
Boulevard Longchamp
Otra de las mejores cosas que hacer en Marsella es dar un paseo por el Boulevard Longchamp que se caracteriza por sus lujosos edificios del siglo XIX, hasta llegar al impresionante palacio Longchamp.
Construido en 1869 para celebrar la inauguración de una infraestructura que solucionaba los problemas de escasez de agua de la ciudad, este palacio impresiona por su imponente aspecto y su precioso parque. En los dos principales edificios que forman el palacio, unidos por una elegante columnata semicircular, se encuentran dos de los museos más importantes de la ciudad: el de Bellas Artes y el de Historia Natural. Ambos tienen la entrada incluida si se obtiene la tarjeta turística Marseille City Pass.

Palacio Longchamp
Basílica de Notre Dame de la Garde
La Basílica de Nuestra Señora de la Guarda, popularmente conocida como «la Buena Madre», está situada en un colina a 150 metros sobre el nivel del mar.
Esta iglesia, construida a partir del 1853, destaca por su estilo neo-bizantino. Está recubierta de mármol y pórfido proveniente de Italia y sobre ella se impone una estatua dorada de 11 metros de la Virgen María que corona el campanario. Su interior está adornado de mármoles de franjas blancas y rosadas y elaborados mosaicos. Sorprende la presencia de exvotos, muchos dedicados por marineros agradecidos y una decoración con maquetas de barcos colgadas de las bóvedas.

Basílica de Notre Dame de la Garde
Abadía de San Víctor
La Abadía de San Víctor, fundada el siglo V, es uno de los edificios más antiguos que visitar en Marsella y uno de los centros religiosos más importantes del catolicismo en el sur de Francia.

Abadía de San Víctor
Aunque la fachada parece un castillo con una muralla y varias torres, merece la pena entrar en su interior de galerías abovedadas. Podréis ver la iglesia y la bonita cripta que conserva unos fantásticos sarcófagos del siglo IV y V e importantes reliquias. Por allí acuden miles de peregrinos durante las fiestas religiosas de la Candelaria, el 2 de febrero.
La Corniche
La Corniche, un paseo de poco más de 4 kilómetros que va desde la playa de los Catalanes hasta la playa Parque du Prado, es otro de los lugares que ver en Marsella.
Además de daros un baño en alguna de estas playas, durante el paseo marítimo disfrutaréis de unas vistas magníficas a las islas de Frioul y al Castillo de If, además de observar varios monumentos interesantes como el de una escultura en forma de pala de hélice, realizada en honor a los repatriados del norte de África.

La Corniche
Castillo de If
Una de las mejores cosas que hacer en Marsella, si el mar está tranquilo, es coger un barco en el Puerto Viejo que os acerque al célebre Castillo de If.
En esta fortaleza del siglo XVI, situada en una pequeña isla de la bahía de Marsella, se inspiró Alejandro Dumas para situar la prisión en el que pasó varios años Edmond Dantès en su famoso libro «El conde de Montecristo».

Castillo de If
Visitas cercanas
Por supuesto desde Marsella hay varios lugares cercanos que no os podéis perder. Uno muy recomendable es el Parque Nacional de Les Calanques, situado a pocos kilómetros de la ciudad, donde podréis bañaros en unas increíbles calas de aguas turquesas escondidas entre acantilados o hacer alguna ruta de senderismo.
Transporte en Marsella
La ciudad de Marsella es bastante grande. Como siempre decimos, recomendamos visitar todo lo que se pueda caminando. Para moverse de todas formas existe un excelente sistema de transporte público. La compañía RTM gestiona los tranvías, los autobuses y el metro. El autobús cuenta con más de 70 líneas y un servicio nocturno hasta la medianoche. El metro, por su parte, recorre todos los puntos de interés.
Marsella cuenta con aeropuerto, situado a 27 km de la ciudad. Es el Aeropuerto de Marsella Provenza, también conocido por el nombre de Aeropuerto de Marsella-Marignane. Se trata del tercer aeropuerto francés por tráfico de pasajeros, por detrás de los de Niza y Lyon, excluyendo en esta clasificación a los de París. El de Marsella es además el segundo por carga de tráfico.
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