Lugano, los lagos de Suiza

«El corazón de la Suiza italiana»

Dedico este post a mis amigas Judith y Paloma, con las que conocí Lugano en Agosto de 2007. Espero que os guste el post chicas, ¡un beso! – Virginia.

Lugano, en el sur de Suiza, es un lugar que no conviene perderse en cualquier tour que se tercie por este país. Su cercanía con Italia hace muy accesible que también se pueda llegar hasta ella desde allí, como fue nuestro caso…y es que Lugano no fue uno de los puntos de nuestro itinerario por Suiza, sino que la vimos al verano siguiente, cuando recorrimos el norte de Italia.

Con cierto parecido al Lago Como, esta preciosa ciudad ofrece todos los ingredientes para una estancia perfecta. La cercanía al país vecino le profiere una gran influencia italiana, lo que se nota no solo en el idioma y sus costumbres y tradiciones, sino también en la gastronomía y cultura.

Consideramos Lugano una interesante parada que por supuesto nadie que esté por esta zona se debería perder.

¿Qué ver en Lugano?

En nuestro caso solamente estuvimos una tarde en Lugano, dando un paseo. Recomendamos sin embargo un mínimo de un día para conocer lo más representativo de este lugar.

El lago de Lugano

El lago prealpino de Lugano marca la frontera entre Suiza e Italia. Es el símbolo de la ciudad, en el cual se pueden realizar numerosas actividades al aire libre.

El lago está rodeado de montañas, a las que se accede en cómodos teleféricos y desde donde se contemplan unas fantásticas vistas panorámicas. Aunque nosotras no lo hicimos, una de las mejores cosas que hacer en Lugano es dar un tranquilo paseo en barco por el lago. Podréis tener unas preciosas vistas a la vez que disfrutáis de una experiencia estupenda.

En toda la ciudad encontraréis miradores y puntos panorámicos donde disfrutar del lago y sus alrededores.

En el Lago de Lugano

Piazza della Riforma

La Piazza della Riforma es la plaza principal de Lugano. Está rodeada de bellos palacetes renacentistas, entre ellos el antiguo palacio de justicia. En la plaza también está el edificio neoclásico (s. XIX) de la actual sede del Ayuntamiento, que alberga además la oficina de turismo. Es una plaza muy elegante y señorial. Posee animadas terrazas, así que es un lugar perfecto para una parada mientras se saborea un riquísimo helado italiano.

Piazza della Riforma

Catedral de San Lorenzo

Es el principal edificio religioso que ver en Lugano, situado en pleno centro histórico. Su construcción en estilo románico se remonta hasta el siglo XI, en la Alta Edad Media. El edificio que se puede ver hoy en día en Lugano fue reconstruido siglos después. Entre el siglo XV y XVI se añadieron a la iglesia elementos gótico-renacentistas y barrocos, visibles principalmente en su fachada, aunque mantuvieron partes de su origen románico, como el campanario. Junto a la fachada de la catedral, y orientada hacia el lago, se encuentra un terraza panorámica con unas vistas espectaculares.

Catedral de San Lorenzo

Centro histórico

A pesar de tener Lugano un centro histórico bastante pequeño, en él encontraréis preciosos edificios, plazas y calles. Entorno a la Piazza della Riforma discurren las principales calles comercial y turísticas que visitar en Lugano, como la Via Cattedrale, la Via Nassa y la Via Pessina. El centro histórico alberga infinidad de tiendas de moda, joyerías, cafeterías, restaurantes, tiendas de regalo, productos típicos y artesanías. Desde la parte más alta del casco antiguo disfrutaréis además de fantásticas vistas panorámicas del lago y todo su maravilloso entorno natural.

Parque Cívico Ciani

El Parque Cívico Ciani es el espacio verde de la ciudad y probablemente el parque más bonito de Suiza. Se localiza junto al centro histórico y a orillas del precioso lago. Dentro del parque se encuentra también la famosa puerta de hierro forjado junto al lago, probablemente el lugar más fotografiado e imprescindible de ver en Lugano. El Museo Cantonal de Historia Natural y la Biblioteca Cantonal también se pueden visitar en el interior del parque.

Puerta de hierro forjado del parque Cívico Ciani

Monte San Salvatore

Desde el barrio de Paradiso, parte un funicular a la montaña desde la cual se cree que Jesucristo ascendió al cielo. Leyenda o no, lo cierto que las vistas desde la pequeña iglesia que hay en la cima son estupendas. El lago, el Monte Brè, los Alpes del Valais a lo lejos y el golfo de Lugano conforman una panorámica 360 ºC impresionante. El Monte San Salvatore es conocido como el pan de azúcar suizo. 

Vistas desde el Monte San Salvatore

Monte Brè

Desde el centro de Lugano, y en 20 minutos, el funicular panorámico os llevará hasta la cima del Monte Brè. Al igual que sucede en el Monte San Salvatore, las vistas y el panorama que os encontraréis en la cima os dejarán sin palabras, una experiencia única. Una vez arriba podréis disfrutar de dos espectaculares restaurantes panorámicos. La estación de este funicular se encuentra bastante cerca del centro histórico, fácilmente alcanzable a pie en unos pocos minutos.

Vistas desde el Monte Bré

Transporte en Lugano

La ciudad de Lugano es perfectamente asequible para recorrer a pie y es como se debe de hacer. De esta manera disfrutaréis de todos los atractivos que ofrece.

Lugano cuenta con un pequeño aeropuerto, que se encuentra a cuatro kilómetros hacia el occidente de la ciudad, y hasta donde llegan vuelos de otras partes de Suiza, así como de diferentes lugares de Europa. Buses satélite salen desde allí hasta el centro de la ciudad y si vuestro alojamiento está por allí, el conductor os podrá dejar lo más cerca posible, ofreciéndoos indicaciones para que lleguéis hasta él.

Muchos viajeros también vuelan hasta el aeropuerto de Milán Malpensa, que está a unos cuarenta kilómetros de Lugano, ya en territorio italiano, y desde donde se puede tomar un autobús express que sale dos veces al día a las 8:30 y 11:30 de la mañana y a las 4:30 y 7 de la tarde. El viaje tiene una duración de entre cuarenta minutos y una hora, por lo que es una excelente opción para muchos.

Información general de Suiza

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Recorrido por Suiza, momentos para recordar

«El lugar donde nace el Ródano»

Dedico este post a mis amigas Ana, Mariluz y Noelia, con las que hice este divertido recorrido por Suiza en Julio de 2006, ¡cuántas veces lo hemos recordado!. Espero que os guste chicas, ¡un beso! – Virginia

Solo hemos estado una vez pero lo cierto es que guardamos un recuerdo magnífico. Fue en Julio de 2006 cuando hicimos nuestro recorrido por Suiza de 8 días. En aquel momento acabábamos de empezar a trabajar, por lo que no podíamos gastarnos mucho dinero…¡y estamos hablando de uno de los países más caros de Europa!. Así que la elección fue ir con alojamientos muy baratos (tipo albergue). Ahí tenemos que decir que mientras algunos nos gustaron…¡otros eran para salir corriendo!. Recordamos especialmente uno en el que, al final, nos acabamos yendo a otro lado porque no nos apetecía nada dormir allí.

El viaje por Suiza estuvo lleno de anécdotas y es uno de los más divertidos que recordamos. Por supuesto decir que los paisajes son increíbles y que es un recorrido sumamente recomendable, pero desde luego si por algo recordaremos aquellos días es por las risas que nos echamos. ¡La verdad es que todo fueron momentos para recordar!.

Este viaje fue hace muchos años y entonces no teníamos la experiencia que ahora tenemos. Lo decimos sobre todo por el itinerario….la verdad es que se podría haber planteado mejor o algo más ordenado. Nos quedaron puntos sin visitar y por algunos pasamos muy fugazmente….¡pero es que una semana da para lo que da!. Lo cierto es que si que lo planificamos con bastante antelación pero tampoco contábamos con tantos medios e información como hay ahora, 17 años después. ¡En las siguientes secciones tenéis el recorrido al completo que hicimos!:).

Ginebra

Desde Madrid llegamos en vuelo directo a Ginebra, fue donde comenzó la aventura. Hay bastante frecuencia de vuelos y, cogiéndolo con antelación, os puede salir a muy buen precio. Lo bueno de Suiza es que es un país que no solo es visitado en verano, también lo es en invierno, por lo que no hay un periodo del año en que se concentre todo el turismo. En este enlace tenéis todo lo que se puede visitar en Ginebra, una de las ciudades más importantes del país.

En nuestro caso llegamos un sábado ya tarde, por lo que sobre todo pudimos conocer lo más representativo de la ciudad al día siguiente (domingo entero). Un día creemos que es poco para conocer Ginebra, pero en nuestro caso solamente íbamos a estar una semana y no podíamos dedicarle más tiempo.

Ginebra

Lausana y Montreux

Tras conocer Ginebra, recogimos el coche de alquiler y pusimos rumbo al que sería el siguiente destino en nuestro recorrido por Suiza, Lausana. Por el camino, bordeando el lago Leman, hicimos parada en la pequeña localidad de Rolle. Nos sirvió para estirar las piernas y darnos una vueltecilla por este pequeño pueblo medieval, que nos resultó encantador. Tiene un bonito castillo a orillas del lago justo enfrente de la Ile de la Harpe y está rodeado de viñedos y escuelas internacionales. El pueblo se extiende a la par de la orilla del lago de Ginebra y, su fortaleza, de piedra gris y hoy cuna de una biblioteca pública, es una construcción del siglo XIII.

Castillo de Rolle

Tras visitar Rolle, llegamos a Lausana, donde teníamos el alojamiento. El albergue de Lausana resultó de los mejores que recordamos en el viaje. Tras comer algo rápido, nos dirigimos a la vecina localidad de Montreux. Nos habían hablado muy bien de ella y además sabíamos que había un espectáculo de jazz en aquellos días. Montreux también tiene un castillo, el castillo de Chillon, el cual nos encantó. En todo el centro además había muy buen ambiente y, por supuesto, recomendamos enormemente la visita a esta bella localidad. Uno de los puntos que recordamos y que resulta de los más concurridos en el paseo marítimo es la famosa estatua de Freddy Mercury…¡no dejéis de haceros una foto con ella!.

Tras el paso por Montreux volvimos a Lausana. Allí cenamos estupendamente. No nos dio tiempo a ver mucho más de la ciudad, pues al día siguiente teníamos que madrugar para dirigirnos al siguiente destino. Hemos oído que Lausana está bastante bien, ¡así que es un punto marcado en el mapa para volver!.

Estatua de Freddie Mercury, en Montreux

Gletsch y Eisgrotte

Al día siguiente nos levantamos temprano y decidimos ir a explorar alguna de las famosas montañas suizas. En Montreux habíamos conocido a una pareja española que nos había comentado que no podíamos hacer un recorrido por Suiza sin ver alguna montaña o hacer alguna ruta…y es que era cierto que nuestro itinerario era un poco «urbanita» y estaba planteado para ver pueblos y ciudades, sobre todo. Así que bajo sus recomendaciones nos dirigimos hacia la zona de Gletsch.…y ahí es cuando descubrimos uno de los lugares más impresionantes del recorrido, el glaciar del Ródano (en alemán, Rhonegletscher). Es uno de los glaciares más importantes de los Alpes suizos y el lugar dónde nace el río Ródano, el principal afluente del lago Leman. Uno de los grandes atractivos de este lugar es la cueva artificial de hielo conocida como Eisgrotte. Mas que una cueva, se trata de una gruta o túnel de hielo de unos 100m de longitud que nos adentra al interior del glaciar…¡¡impresionante!!.

Sin duda una experiencia única ya que hay muy pocos lugares en Europa dónde poder ver de tan cerca un glaciar como en la Eisgrotte (cueva de hielo) del glaciar del Ródano. ¡Menos mal que hicimos caso a la pareja de Montreux y nos dirigimos a este lugar!. Resultó ser uno de los puntos fuertes del viaje.

Eisgrotte del glaciar del Ródano

Interlaken

Tras visitar la impresionante cueva de hielo, nos dirigimos hacia Interlaken, donde habíamos cogido alojamiento para las dos siguientes noches. De camino paramos en el pueblo de Meiringen, un lugar conocido sobre todo por el Museo de Sherlock Holmes. En 1991 se inauguró este museo en el sótano de la antigua iglesia anglicana en el centro de Meiringen. En el lugar, los fanáticos de Sherlock Holmes encontrarán numerosos objetos relacionados con las historias de su detective favorito. Entre otros, aquí también se ha reconstruido el salón victoriano de Baker Street 221 b en Londres, donde vivió Sherlock Holmes con su asistente el Dr. Watson. Aunque nosotras no entramos, ¡hemos leído que es curioso verlo!:).

Museo de Sherlock Holmes, en Meiringen

Tras la parada en Meiringen, llegamos a Interlaken. Era uno de los puntos que más nos apetecía del tour, habíamos leído maravillas. Es un centro turístico tradicional en la región montañosa del Oberland bernés. Construida sobre una angosta franja de valle, entre las aguas color esmeralda del lago de Thun y el lago de Brienz, tiene casas antiguas de madera y áreas verdes en ambos lados del río Aar. Las montañas circundantes, con densos bosques, prados alpinos y glaciares, cuentan con varios senderos de excursionismo y pistas de esquí.

Los dos días que pasamos en Interlaken fueron inolvidables….y eso que se torció un poco el tiempo (hasta aquel momento nos había hecho solazo todos los días). Todavía recordamos la tormenta que nos cayó el día que alquilamos unas bicis….además vino un poco de repente. Fue la típica tormenta de verano, que tampoco duró mucho…¡pero nos empapamos!:). Otra de las cosas que hicimos fue coger el tour en barco por los lagos…estuvo genial porque hicimos distintas paradas donde pudimos disfrutar de la naturaleza del lugar. Recordamos especialmente Brienz, nos gustó mucho.

Consideramos Interlaken una visita obligada en cualquier itinerario que se tercie por Suiza.

Interlaken

Friburgo y Lucerna

Tras visitar Interlaken, la siguiente parada en nuestro recorrido por Suiza sería en Friburgo. Aunque es un punto importante en el país, apenas visitamos mucho. Llegamos algo tarde, solamente habíamos cogido allí el alojamiento para salir temprano al día siguiente. Esa noche salimos, recordamos que había muchísimo ambiente y que fuimos a cenar a un sitio al aire libre, donde había música y servían perritos calientes acompañados de cerveza…¡pasamos muy buen rato!.

Al día siguiente pusimos rumbo a Lucerna, donde pasaríamos toda la jornada. Lucerna es la ciudad más turística de Suiza. Situada en la orilla del Lago de los Cuatro Cantones y a los pies de los Alpes, posee algunos de los monumentos más emblemáticos del país. En este enlace tenéis lo más representativo que se puede visitar allí.

Lucerna

Tras visitar la ciudad nos dirigimos hacia Berna, donde habíamos cogido el alojamiento para las dos últimas noches.

Berna

Nuestro viaje acabaría en Berna, la capital del país y una de las ciudades más preciosas que hemos visto en Europa. Allí pasamos el último día y fue estupendo. El buen tiempo acompañó en todo momento y pudimos conocer la ciudad en todo su esplendor. Además el albergue de Berna resultó muy cómodo y recomendable. En este enlace tenéis lo más representativo que ver en la capital suiza. 

Y así es como terminó nuestro periplo por el país helvético, un viaje que recordaremos toda la vida por lo divertido que fue y todas las anécdotas que vivimos allí. Nos quedamos con muchos momentos inolvidables, como un osito de peluche que compramos de recuerdo y al que bautizamos con el nombre de «Gletsch» (como la zona cercana al glaciar), una chica muy curiosa que conocimos llamada «Flor», las camareras «Cindy» o las vueltas que dimos para intentar llegar al pueblo de Gruyere…el cual nunca encontramos. Dicen que siempre hay que dejar puntos sin visitar para volver de nuevo a un lugar…¡así que nosotras ya tenemos una razón para volver a Suiza!:).

Información general de Suiza

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Lucerna, la ciudad más turística de Suiza

«Entre puentes de madera»

Lucerna es la ciudad más turística de Suiza. Situada en la orilla del Lago de los Cuatro Cantones y a los pies de los Alpes, contiene algunos de los monumentos más emblemáticos del país.

Estuvimos allí dando un paseo en nuestro recorrido por Suiza, en Julio de 2006. El día que la vimos estaba nublado, incluso había llovido un poco antes de llegar, pero eso no impidió que disfrutásemos de la belleza de esta preciosa ciudad.

Consideramos ésta una visita obligada en cualquier recorrido por Suiza. Como siempre decimos, el país helvético es conocido por sus montañas y, desde luego, los paisajes y las rutas de senderismo son las que tienen que marcar vuestro viaje, pero no podéis iros del país sin conocer algunas de sus preciosas ciudades, entre las que se encuentran, desde luego, Lucerna. 

¿Qué ver en Lucerna?

Lucerna no es especialmente grande, por lo que uno o dos días son suficientes para conocer lo más representativo de esta ciudad. En los siguientes apartados os recomendamos los puntos que no os podéis perder en vuestra visita.

El Puente de la Capilla (Kapellbrücke)

El monumento más característico de Lucerna, atravesando el río Reuss, es también el puente cubierto más antiguo de Europa. Se construyó en el siglo XIV y, en sus orígenes, formaba parte de las fortificaciones de la ciudad. Sus tablas pintadas, que se incorporaron en el siglo XVII, presentan escenas de la historia local y nacional.

El puente de la Capilla conecta la ciudad vieja con la nueva. Tiene una cubierta de madera y mide 204,70 metros, por lo que es el segundo más largo del viejo continente en su estilo. Inicialmente era aún más largo, alcanzaba los 285 metros.

El Puente de la Capilla

El Monumento del León

El Monumento del León (en alemán: Löwendenkmal), también conocido como el León de Lucerna o León herido de Lucerna, es una escultura labrada entre 1819 y 1821 por el escultor danés Bertel Thorvaldsen sobre una pared de roca. Se construyó para conmemorar la muerte en 1792 de unos 760 mercenarios de la Guardia Suiza durante la Revolución francesa, cuando se defendían del asalto de los revolucionarios al Palacio de las Tullerías en París , Francia.

El Monumento del León

Iglesia de San Leodegario

Es la iglesia más importante de Lucerna. Está situads en lo alto de una colina y es el principal edificio renacentista de Suiza.

De un blanco inmaculado, su historia comienza muy pronto, en el siglo VIII cuando era un monasterio benedictino, pero un incendio destruyó ese edifico original en 1633, por lo que tuvo que ser reconstruido en el estilo de la época.

Iglesia de San Leodegario

La Muralla

Esta muralla del siglo XV, una de las mejor conservadas y más largas del país, se puede recorrer en algún tramo a pie y disfrutar de unas magníficas vistas del centro histórico desde alguna de sus torres.

La Muralla de Lucerna

El Lago de los Cuatro Cantones

Es el lago de la ciudad. Su nombre proviene de la unión de los cantones de Uri, Schwyz, Lucerna y el ahora desaparecido cantón de Unterwalden, sustituido hoy por Nidwalden y Obwalden, por lo que actualmente podría hablarse del «lago de los Cinco Cantones».

Tiene una superficie total de 114 km², una altura de 434 m sobre el nivel del mar y una profundidad máxima de 214 m. La distancia desde la embocadura hasta la desembocadura del Reuss es de 38 km.

El Lago de los Cuatro Cantones

Casco antiguo

Como ocurre en otras muchas ciudades europeas, también en Lucerna pasear por las calles empedradas y plazas rodeadas de edificios gremiales de los siglos XVI y XVII del casco antiguo, os trasladará a la época medieval. Entre los lugares más importantes se encuentran las plazas Weinmarkt (plaza del vino) y Kornmarkt (plaza del grano).

Casco antiguo de Lucerna

El Puente de Madera (Spreuerbrücke)

El Spreuerbrücke es otro puente de madera cubierto que cruza el río Reuss. Es un poco menos famoso que el Puente de la Capilla, pero también un punto que no os podéis perder en vuestra visita por esta ciudad.
Construido en el año 1408 y restaurado completamente en 1889, debe su nombre a que era el único desde donde los locales tenían permitido tirar trigo (spreu) al río. Merece la pena cruzar el puente para ver los 67 retablos decorativos del interior que representan el baile de los muertos y la pequeña capilla dedicada a la Virgen María.

El Puente de Madera (Spreuerbrücke)

El Museo Suizo de Transporte

Este museo es el más visitado del país y uno de los más completos en tu temática. Salas de cine Imax, colecciones con todo tipo de vehículos y transportes, un Planetarium, un mapa completo de Suiza y varias exposiciones, hacen de esta visita toda una experiencia.

El Museo Suizo del Transporte

La Iglesia de los Jesuitas

Las Iglesia de los Jesuitas o Jesuitenkirche, situada junto al río Reuss, fue construida en 1677, siendo la primera en todo el país de estilo barroco. Destaca por sus dos torres finalizadas con una forma de bulbo. En el interior podréis ver varias capillas, una bóveda con bonitos frescos y el retablo del altar mayor.

La Iglesia de los Jesuitas

La Iglesia de los Franciscanos

Otra de las iglesias interesantes que visitar en la ciudad. Construida en el siglo XIII, merece sobre todo la pena el exterior. Tiene una fachada muy colorida gracias a las pinturas que adornan la puerta y a los tejados de color rojizo.

Transporte en Lucerna

La ciudad de Lucerna es perfectamente asequible para recorrer andando y es como se debe hacer. En el caso de que lleguéis en coche, lo más práctico es aparcar en un parking privado para no tener que estar pendiente del reloj. No hay cerca del centro ninguna zona azul gratuita. Si que hay zonas blancas cerca del centro histórico, que permiten el aparcamiento hasta 4 horas, pero el problema es que hay que pagar por adelantado y no sabréis exactamente cuánto os llevará la visita. El precio de la zona blanca es tan caro como dejarlo en un parking en el caso de que vuestra estancia se prolongue más de 3 horas.

No hay aeropuerto principal en Lucerna, sin embargo, el aeropuerto de Zúrich se encuentra cerca.

Información general de Suiza

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Berna, capital de Suiza

«La ciudad con más encanto de Suiza»

Berna, la capital de Suiza, está construida en torno a un recodo del río Aar. Es una ciudad medieval que data del siglo XII. Estuvimos solamente unas horas allí, en nuestro recorrido por el país en Julio de 2006, pero fue tiempo suficiente para darnos cuenta de la hermosura y encanto de este lugar.

No es excesivamente grande, por lo que se puede recorrer fácilmente. La consideramos una visita obligada en vuestro viaje por este país, una forma perfecta de alternar los preciosos paisajes de Suiza con sus hermosas ciudades.

Nos gustaría volver a Berna, ya que estuvimos hace mucho y nos pareció un lugar interesante. Así que, ¡esta guía nos servirá para esta nueva escapada!:).

¿Qué ver en Berna?

Como comentamos, Berna es una ciudad pequeña que se puede recorrer y visitar muy fácilmente. En los siguientes apartados os comentamos los puntos imprescindibles que no os deberíais perder.

La Calle Kramgasse

La calle Kramgasse constituye el corazón del casco antiguo. Fue el centro de la vida urbana de Berna hasta el siglo XIX. Hoy en día, es una popular calle comercial. Una de las curiosidades son las puertas de madera que veréis en la mayoría de locales, por las que se accede a zonas situadas en los sótanos. Antiguamente eran almacenes y hoy en día son bares o tiendas con un encanto especial.

Calle Kramgasse

La Torre del Reloj

La Torre del Reloj o Zytgloggeturm está situada al principio de la calle Kramgasse. Constituye uno de los símbolos de Berna. Es una torre medieval, construida entre 1191 y 1256, la primera puerta occidental de la ciudad. Se utilizó como cárcel de mujeres hasta que se quemó en 1405. En 1540 se incorporó el reloj del calendario astronómico y un juego de figuras, formando un carillón que se empieza a mover tres minutos antes de cada hora.

Torre del Reloj de Berna

La Catedral

La Catedral de Berna (en alemán Berner Münster) es el edificio religioso más alto de Suiza con una torre de 100,6 metros. De estilo gótico, se comenzó a construir en 1421, pero no se terminó hasta el 1893.​ El patrono de la catedral es San Vicente de Zaragoza, mártir del siglo IV. Os recomendamos subir a lo alto de la torre, desde donde disfrutaréis de unas increíbles vistas del casco histórico y hasta de los picos nevados de los Alpes Suizos.

Catedral de Berna

El Jardín de las Rosas

El Jardín de las Rosas o Rosengarten es un parque con un magnífico jardín en el que se encuentran muchas variedades de rosas y otras flores. Resulta perfecto para relajarse y disfrutar de un impresionante atardecer con hermosas vistas. El jardín se encuentra en una posición elevada sobre una colina, lo que permite ver una parte del meandro que forma el río Aare en su paso por la ciudad y todo el entorno natural.

El Jardín de las Rosas de Berna

El Ayuntamiento

El Ayuntamiento, situado en la Postgasse, fue construido entre 1406 y 1416. Es un precioso edificio, donde en su interior se reúne cinco veces al año el Gran Consejo del Cantón de Berna. Es el lugar desde donde se administra la ciudad, el exterior destaca por un fachada con un baldaquino soportado por varias columnas y dos escaleras laterales de entrada.

Ayuntamiento de Berna

El Palacio Federal de Suiza

El Palacio Federal de Suiza, en el que se ubica el parlamento del país, es el edificio más importante que visitar en Berna. Berna fue nombrada capital de Suiza en 1848 y hasta 4 años más tarde no se empezó a construir este enorme edificio, que se completó en 1902. Es especialmente impresionante su exterior, con su enorme cúpula de cobre y el color verde turquesa de sus paredes.

El Palacio Federal de Suiza

El Kunstmuseum

El Kunstmuseum, con más de 3.000 cuadros y esculturas, es el museo más imprescindible que ver en Berna y uno de los más importantes de Suiza. En este museo de arte se encuentran obras que van desde la Edad Media hasta la época contemporánea, de grandes maestros como Pablo Picasso, Paul Klee, Van Gogh, Salvador Dalí o Pollock, entre otros muchos.

El Kunstmuseum

Grosser Muristalden

Otro de las cosas que recomendamos en Berna es cruzar el puente Nydeggbrücke para subir por la calle Grosser Muristalden, desde donde se obtienen unas fantásticas vistas del casco antiguo y el río Aar.
Antes de llegar a este mirador, está el parque Bärenpark en el que se encuentran viviendo varios osos.

Osos en Bärenpark

El Barrio de Marzili

El barrio de Marzili, situado debajo del Parlamento a orillas del río Aar, es una zona de moda en Berna.
Allí se puede pasar un rato muy agradable, disfrutando de las fachadas posteriores de las bonitas casas que dan al Aar, las cafeterías y locales de diseño y, sobre todo, de la famosa piscina Marzili.

La piscina Marzili está formada por un gran espacio verde con varias piscinas, trampolines, césped para tomar el sol, áreas para comer, duchas y todos los servicios. Además de divertiros en las piscinas, podréis dejaros arrastrar por la corriente del río y probar un delicioso helado en la Gelateria di Berna.

Desde este barrio se puede subir en un minuto al casco antiguo con el Marzilibahn, un pequeño funicular que sale cada dos minutos.

Piscina Marzili

La Casa Museo Einstein

En la Casa Museo Einstein o Einsteinhausl, situada en el número 49 de calle Kramgasse, vivió durante más de siete años el científico más famoso de la historia, Albert Einstein.

Durante la etapa de Einstein en Berna, de 1902 a 1909, desarrolló algunas de sus teorías más importantes y que revolucionarían la física como la teoría de la relatividad y su célebre fórmula E=mc². En la segunda planta se puede ver cómo vivía Einstein con su mujer y su hijo, al conservar el mobiliario de la época, mientras que en la tercera planta se encuentra su biografía y varios documentos originales.

Casa Museo de Einstein

Transporte en Berna

La ciudad de Berna es pequeña y perfectamente asequible para recorrerla a pie. No tendréis ningún problema y es la mejor forma de admirar cada uno de sus bellos rincones. Por supuesto, Suiza es un país con un montón de atracciones que visitar y lo más recomendable es hacer un recorrido en coche, parando en los distintos puntos de interés.

Berna tiene aeropuerto. Está situado en la comuna de Belp, que se encuentra en el cantón de Berna (Suiza). Por eso también es conocido como Aeropuerto de Berna-Belp. Un autobús conecta cada hora con la estación de ferrocarril de Berna. Otros aeropuertos cercanos a Berna son los de Zurich, Milán, Basilea ó Ginebra.

Información general de Suiza

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Ginebra, a orillas del lago Lemán

«El chorro de agua más conocido»

Ginebra es una ciudad de Suiza que se ubica en la punta sur del extenso lago Lemán (lago de Ginebra). Posee importante influencia francesa, lo que se percibe en sus habitantes, ambiente e idioma. También lo notaréis en su gastronomía y los distritos bohemios como Carouge. Rodeada de las montañas de los Alpes y el Jura, la ciudad tiene vistas del espectacular Mont Blanc. Alberga la sede de la ONU de Europa y la Cruz Roja, y es un centro mundial de la diplomacia y las actividades bancarias.

Fue el primer lugar que conocimos de Suiza en nuestro recorrido por este país en Julio de 2006. Aunque solamente estuvimos un día nos gustó bastante, tiene algunos puntos muy interesantes que merece la pena visitar. Es cierto que Suiza es un país mayoritariamente conocido por sus montañas y naturaleza, pero dedicar unas horas visitando esta ciudad es una buena experiencia que sin duda recomendamos.

¿Qué ver en Ginebra?

Como hablamos, no es necesario mucho tiempo para conocer lo más representativo de Ginebra. Con un día o a lo sumo dos es más que suficiente. En las siguientes secciones os indicamos los lugares que no os deberíais perder en vuestra visita.

La Catedral de San Pedro

La catedral de San Pedro de Ginebra pertenece a la Iglesia Reformada Suiza. Fue comenzada en el siglo XII, e incluye una ecléctica mezcla de estilos. Es conocido sobre todo por ser la iglesia madre adoptada por Juan Calvino, uno de los líderes de la Reforma Protestante. En el interior de la iglesia se conserva una silla de madera usada por Calvino.

Catedral de San Pedro

Centro histórico

El centro histórico de Ginebra, la Vielle Ville, situado alrededor de la Catedral de San Pedro, posee calles empedradas con mucho encanto. La Rue de l’Hôtel-de-Ville y la Gran-Rue son 2 de las más famosas. Dando un paseo por esta zona podréis descubrir emblemáticas plazas como la Place du Bourg-de-Four y la Place du Molard, sentaros en terrazas de restaurantes y cafés históricos o entrar en tiendas de antigüedades y galerías de arte.

Centro histórico de Ginebra

Maison Tavel

La Maison Tavel, situada en el centro histórico, es la casa privada más antigua de la ciudad. Esta casa medieval destruida por un incendio en 1334 y perteneciente a una poderosa familia funciona como museo desde 1986 mostrando el desarrollo de la ciudad y de la vida cotidiana desde la Edad Media. En su interior, además de poder recorrer las habitaciones decoradas al detalle con objetos y muebles de época, podréis observar una gran maqueta de toda la ciudad del 1850.

Maison Tavel

Jet d’Eau

El Jet d’eau, un chorro de agua que puede alcanzar una altitud de 140 metros, es el emblema de Ginebra y una de las fuentes más importantes del mundo.  Situado en el lugar en el que el Lago Lemán desemboca en el Río Ródano, es visible desde toda la ciudad y también desde el aire, incluso volando a una altura de 10 km sobre la ciudad de Ginebra.

La fuente original de 1886 era más pequeña y no estaba pensada como atracción turística. Una compañía que bombeaba agua bajo presión para hacer funcionar las máquinas en las industrias artesanales de la ciudad colocó una válvula en una de las tuberías para controlar mejor la reducción de la presión en la tarde cuando la demanda disminuía. El chorro alcanzaba una altitud de sólo 30 metros cuando se abría la válvula. Las autoridades de la ciudad realizaron pronto el potencial turístico de la fuente y la desplazaron a su posición actual en 1891. La fuente se iluminó el 2 de agosto de aquel año para celebrar el 600 aniversario de la Confederación Helvética.

Jet d’Eau, el chorro de agua de Ginebra

Bains des Pâquis

Los Baños de Pâquis (Bains des Pâquis) atraen a visitantes a Ginebra durante todo el año. En verano, se puede tomar el sol y degustar platos diferentes en el chiringuito. En invierno, lo mejor es relajarse y disfrutar de unas vistas magníficas. Los amantes de la fondue se reúnen aquí y admiran las luces resplandecientes en la noche de Ginebra. El hamán y los baños turcos completan la oferta en todas las estaciones. Los Baños de Pâquis (Bains des Pâquis) son un punto de encuentro animado y un lugar cultural. Ofrece varias actividades. Es mucho más que solo una playa, y por descontado, un lugar que no os deberíais perder en vuestra visita.

Bains des Pâquis

Barrio de Carouge

Este precioso barrio se encuentra a 10 min en tranvía desde el centro histórico. Sus animadas calles llenas de rincones con encanto, los pequeños restaurantes y cafés con terraza, las tiendas de moda o los estudios de arte, hacen de él un barrio perfecto para pasear. Uno de los puntos más importantes del barrio es la Place du Marché, donde cada miércoles se monta un mercado de frutas y verduras frescas. Otro lugar que no os podéis perder es la calle St-Joseph con sus famosos paraguas. Además os recomendamos sin duda dar un paseo en bici o andando por la orilla del río Arve.

Place du Marché

Sede de las Naciones Unidas

El Palacio de las Naciones o Palais des Nations, alberga la segunda sede de la ONU en importancia después de la de Nueva York. Este enorme edificio, situado en el Parque Ariana enfrente de la Plaza de las Naciones, está completamente blindado y solo se pueden ver las banderas de los 193 estados que forman parte de la ONU y el palacio de lejos.

Sede de las Naciones Unidas

Parc des bastions

El Parc des Bastions, situado a los pies del centro histórico, es otro de los puntos que no os podéis perder en vuestra visita a Ginebra. El lugar más famoso del parque es el Muro de la Reforma o de los Reformadores, que se construyó a principios del siglo XX en honor a los hombres que ayudaron a crear y difundir la Reforma y el protestantismo como Calvino, John Knox, Farel y Teodoro de Beza.

El parque es además un buen lugar para pasear tranquilamente y descansar. Para acceder a él pasaréis por la Place de Neuve que tiene varios edificios destacados como el Conservatorio de Música, el Museo Rath y el Gran Teatro.

Parc des Bastions

La Jonction

A unos 20 minutos paseando por la orilla del Ródano o a 10 minutos en tranvía se encuentra La Jonction, el punto donde confluyen el río Arve y el río Ródano. Desde el viaducto situado en frente de La Jonction se puede ver perfectamente cómo se mezclan las aguas de diferente color y corriente de los dos ríos.
Además de poder ver este fenómeno natural, esta zona se ha transformado en un espacio alternativo, acondicionado con hamacas, plataformas de madera y una serie de chiringuitos que son ideales para tomar el sol, darse un baño o hacer un picnic.

La Jonction

El Jardín Inglés

El Jardín Inglés, situado a orillas del Lago Lemán, es uno de los espacios verdes de Ginebra. Es perfecto para relajarse y desconectar. El lugar más famoso del parque es el Reloj de Flores o Horloge Fleurie, un homenaje a la tradicional industria relojera de Suiza. Este reloj de cinco metros de diámetro está formado por plantas y flores de todo tipo que se van cambiando en cada estación del año. Es además uno de los relojes más precisos del mundo, al estar conectado a un satélite que ajusta la hora. Otros lugares relevantes de este jardín son el Monumento Nacional, dos estatuas de bronce que representan la reunificación de Ginebra con Suiza, y la fuente Quatre-Saisons.

El Reloj de Flores del Jardín Inglés

Transporte en Ginebra

Como siempre decimos, lo mejor para conocer las ciudades es caminar todo lo que se pueda y Ginebra no es una excepción. No es muy grande y podréis conocer todo lo relevante. Es una ciudad muy agradable para pasear que ofrece todo tipo de atracciones. Existe también transporte público pero solo lo necesitaréis para ir a algunos puntos más alejados que os hemos comentado.

Ginebra cuenta con aeropuerto, situado a 5 km de la ciudad.

Información general de Suiza

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Cine y Literatura en Suiza

El cine y la literatura en Suiza son dos artes que identifican al país. A continuación os hablamos un poco de cada uno de estos temas.

El cine suizo

Si hablamos de cine y literatura en Suiza, comenzando por el primero, podemos decir que el cine suizo va a la zaga del internacional. De hecho, en Suiza no existió una industria cinematográfica consolidada hasta 1930, cuando comenzó la era del cine sonoro. Esto respondía, entre otras cosas, a las peculiaridades culturales del país, dividido en tres grandes áreas lingüísticas. Cada una de esas áreas, la francófona, la italiana y la alemana, se fijaban más en sus países vecinos que en el resto de las regiones suizas, lo que hizo que el desarrollo de la historia de la cinematografía fuera distinto en cada zona.

La Segunda Guerra mundial

La Segunda Guerra mundial hundió a Suiza en un aislamiento que terminó siendo un periodo de desarrollo creativo. Durante este lapso fueron producidas alrededor de 40 películas en Suiza con argumentos promoviendo la cultura y política del país. Películas como «Fusilier Wipf» (1939), «Gilberte de Courgenay» (1941) y «Die Missbrauchten Liebesbriefe» (1940) recibieron reconocimiento internacional y se convirtieron en clásicos de la historia del cine suizo.

Las siguientes tres décadas continuaron igual para el cine suizo respecto al número de producciones realizadas, pero los argumentos e historias cambiaron. Entre los 50 y 60 el cine trató ideas patrióticas y la vida campesina del siglo XIX. En la década siguiente surgió una tendencia a realizar documentales con representantes como Henry Brandt, Walter Marti, Alain Tanner y Jean-Luc Godard, éste último llevando el cine suizo a la arena internacional en los últimos años de los 70. Precisamente, esa época fue marcada por la producción del filme suizo más exitoso de la historia: «The Swissmakers» (1978) de Rold Lyssy. Es una comedia satírica sobre las dificultades de extranjeros en su afán de convertirse en ciudadanos suizos.

Cartel de la película «The Swissmakers»

Últimas décadas

Desde los 80 hasta el presente, la industria del cine suizo ha sido como una montaña rusa para directores y productores, con periodos de florecimiento y descenso. A pesar de eso, ha sido en este periodo cuando el cine de Suiza ganó su más importante galardón, un Premio Óscar a Mejor película extranjera con «Viaje a la esperanza» (1991) de Xavier Koller.

Cartel de la película «Viaje a la esperanza»

La literatura suiza

Siguiendo con el cine y la literatura en Suiza, si continuamos con la segunda, podemos decir que en Suiza no existe una sino cuatro tradiciones literarias al ser la patria de autores que escriben en alemán, francés, italiano y romanche.

Autores de expresión alemana

Los autores de expresión alemana más importantes son Max Frisch con “Homo Faber” y Friedrich Dürrenmatt con “La visita de la vieja dama”. Ambos comparten la crítica satírica a la sociedad suiza de la posguerra. Sus predecesores clásicos fueron Jeremias Gotthelf y Gottfried Keller en el siglo XIX. Escritora coetánea de estos últimos fue Juana Spyri, la autora de la famosa novela “Heidi”.

Max Frisch

Hermann Hesse, autor de la novela filosófica “Siddhartha”, adquirió renombre a principios del siglo XX.

Portada de la novela «Siddhartha»

Entre los escritores suizos contemporáneos despuntan Peter Bichsel, Martin Suter, Franz Hohler, y entre los más jóvenes Thomas Hürlimann, Melinda Nadj-Abondji, Peter Stamm y Lukas Bärfuss.

Autores de expresión francesa

El escritor y filósofo ilustrado Jean-Jacques Rousseau publicó en el siglo XVIII en francés varias obras importantes como “Julia o la nueva Eloísa” y “Del contrato social”.

A principios del siglo XIX aparecieron obras de Madama de Staël y Benjamín Constant, seguidas de las de Blaise Cendrars en el período de entreguerras. En la misma época se sitúa Charles Ferdinand Ramuz. Sus obras más notorias son «El gran miedo en la montaña» y «Derborence», un retrato de la ruda vida en la Romandía rural.

En el siglo XX vieron la luz obras de novelistas como Jacques Chessex, Maurice Borgeaud, Maurice Chappaz, S. Corinna Bille y Alice Rivaz. Entre los escritores jóvenes de éxito actuales hay que mencionar a Joël Dicker.

Joël Dicker

Autores de expresión italiana

En la literatura de la Suiza de habla italiana destacan escritores como Francesco Chiesa, Piero Bianconi, Ugo Canonica o Giorgio Orelli. Los autores de más relieve de la región retorrománica en el cantón de los Grisones son Selina Chönz, Cla Biert, Gion Deplazes y Clo Duri Bezzola, así como el cantautor Linard Bardill.

La Oficina Federal de Cultura otorga cada año dos grandes premios de la literatura suiza y entre cinco y siete premios literarios menores. Las Jornadas Literarias de Soleura se celebran cada año en junio y sirven como plataforma para la creación literaria helvética, mientras que el Festival Internacional de Literatura de Leukerbad se dedica cada año en julio a presentar a autores de todo el mundo.

Gastronomía suiza

Cuando pensamos en la gastronomía suiza, las primeras palabras que se nos vienen a la cabeza son seguramente el chocolate o el queso…por supuesto que son dos de los básicos, desde luego. A continuación os enumeramos los platos más comunes de la gastronomía suiza.

Fondue de queso

Es queso fundido y trocitos de pan. Los trocitos de pan espetan en un tenedor para fondue y se sumergen en el queso fundido, servido en el así llamado caquelon (olla cerámica). Una buena fondue de queso es un auténtico placer…¡todos la habréis tomado alguna vez!.

Fondue suiza de queso

Raclette

Es queso fundido servido con «Gschwellti» (patatas cocidas sin pelar), pepinos y cebollas de vinagre así como frutas de mostaza.

Älplermagronen

Es una especie de gratinado de patatas, macarrones, queso, nata y cebollas….y con una guarnición que no debe olvidarse: manzanas tamizadas.

Älplermagronen

Rösti

Es una especie de tortilla plana, freída en mantequilla o grasa caliente en un sartén, que consiste en patatas hervidas (Gschwellti) o crudas, fijadas entre sí por medio del almidón contenido en las patatas.

Rösti

Birchermüesli

Desarrollado alrededor de 1900 por el médico suizo Maximilian Oskar Bircher-Benner, es un tipo de muesli que consiste de copos de avena, zumo de limón, leche condensada, manzanas ralladas, avellanas o almendras.

El chocolate suizo

El chocolate llegó en el curso del siglo XVI a Europa. En el siglo XVII se conoció y produjo en Suiza. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el chocolate suizo comenzó a adquirir fama en el extranjero. Ello está estrechamente relacionado con el invento del chocolate de leche por Daniel Peter así como por el invento del conchado de chocolate (chocolate fondant) por Rodolphe Lindt.

Proceso de conchado de chocolate

Suiza no sólo exportaba chocolate sino también chocolateros, cuyos nombres se conocen aún hoy en día: los hermanos Josty que abrieron en Berlín su famosa tienda de chocolates o bien Salomon Wolf y Tobias Béranger que explotaban en San Petersburgo el famoso Café Chinois. Los hermanos Cloetta abrieron fábricas de chocolate en Escandinavia, , Karl Fazer inauguró la primera confitería en Helsinki, de ésta nació más tarde la marca Cloetta-Fazer. Incluso el chocolate belga tiene raíces suizas: Jean Neuhaus abrió en Bruselas una confitería y su hijo Frédéric inventó en 1912 el confité relleno de chocolate. 

Chocolate suizo

El queso suizo

Podría emprenderse con facilidad una vuelta por toda Suiza viajando de una quesería a otra. Cada paisaje y cada región del país tiene sus propias variedades de queso. Resulta increíble la variedad que puede fabricarse de un solo producto básico, ¡la buena leche de Suiza!. Algunos ejemplos son el aromático queso Appenzeller, el queso fresco Sbrinz, el queso perforado Emmentaler, el famoso queso Gruyère o bien el queso Tête de Moine, raspado en forma de rosetones decorativos.

Queso gruyere, uno de los más famosos quesos suizos

Existen por todo el país muchas queserías de demostración y bodegas de queso alpino que sin duda merecen ser visitadas.

Hafenchabis

Es puchero de cordero o de carne de cerdo con col. Muy típico en Suiza central.

Hafenchabis

Stunggis

Otro tipo de puchero, con verduras y carne de cerdo.

Stunggis

Suiza, uno de los países más ricos

Suiza, situada en la parte central de Europa, es uno de los países más ricos del mundo. Muchos se preguntan a qué se debe esta situación y la respuesta es bien sencilla: gracias a la paz constante en la población, al igual que a un sistema político bastante estricto y constante.

Geográficamente hablando cuenta con una belleza increíble, por sus preciosos lagos, bonitos pueblos y el telón de fondo de las altas cimas de los Alpes. Con todo ello está claro que constituye uno de los destinos preferidos para los amantes del deporte. Tanto en verano como en invierno, si os gustan este tipo de entornos para realizar distintas actividades, disfrutaréis al máximo de este país.

No cabe duda que Suiza cuenta con una de las naturalezas más bellas de toda Europa. Su riqueza además hace que sea tan pura como respetada, ofreciendo de los paisajes más bellos.

¿Qué conocemos de Suiza?

Estuvimos en Suiza hace mucho tiempo, en Julio de 2006. El viaje duró una semana y volvimos encantadas. No solo disfrutamos de bellas ciudades y pueblos de ensueño, sino también de algunos de los parajes más bonitos que recordamos.

El territorio suizo se divide en cantones, que constituyen el ente político y administrativo sobre el que se construye el Estado. Los lugares que conocemos de Suiza son los siguientes:

¿Cuándo viajar a Suiza?

La mejor época para viajar a Suiza dependerá del plan que tengáis. Si vuestra idea es disfrutar de sus paisajes invernales, practicando algún deporte de montaña, entonces la mejor época será entre diciembre y marzo. Si por el contrario queréis gozar de buena temperatura y observar sus verdes paisajes con buen tiempo, entonces la mejor época será entre mayo y septiembre. Como hemos comentado, es un país muy atractivo de visitar en cualquier momento, dadas todas las distintas actividades que se pueden realizar allí.

¿Es necesario Visado?

Los ciudadanos de la Unión Europea (UE), la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Israel, Singapur, así como los países miembros del espacio Schengen no necesitan visado para entrar y permanecer durante 90 días en Suiza.

Las personas que deseen permanecer en el país más de 90 días necesitan un visado (los ciudadanos de la UE y EFTA no necesitan visado, pero deben solicitar un permiso de estancia). Por regla general, la mayoría de los demás países requieren un visado para entrar en Suiza y el espacio Schengen.

¿Qué moneda hay?

Suiza no es miembro de la Unión Europea siendo el Franco Suizo (CHF) la moneda oficial del país. De todas formas en prácticamente todos los lugares se puede pagar en EUR pero el cambio se recibirá en CHF.

Franja Horaria

La hora en Suiza es la misma que en la Península Ibérica.

Idioma

Los idiomas oficiales en el territorio de Suiza son el alemán, el francés, el italiano y el romanche. Cada uno de ellos se habla mayoritariamente en un conjunto de cantones. En cada cantón existe uno de los cuatro idiomas que es el utilizado por la administración y que se considera como lengua principal. En algunos conviven más de uno, como en Berna, Friburgo y Valais, que son bilingües alemán-francés, mientras que el Cantón de los Grisones es trilingüe alemán-romanche-italiano. El alemán y el francés son los idiomas principales del país especialmente en los ámbitos de la economía, la cultura, los medios de comunicación y la enseñanza superior.

Curiosidades

Aquí van algunas curiosidades sobre este bonito país:

  • Suiza es el cuarto país con más armas del mundo, ya que todos los hombres suizos de entre veinte y cuarenta años forman parte de la milicia nacional y guardan un rifle en casa. El país gasta una parte considerable de su presupuesto en defensa. Además, es obligatorio que todos los suizos tengan su propio refugio nuclear, una ley única en el mundo
  • Son los únicos europeos que comen perro. Los suizos de las montañas son los únicos europeos que comen carne de perro. Aunque es un fenómeno muy poco frecuente, todavía algunos perros acaban cubiertos de sal, ahumados o convertidos en embutido en las aldeas alpinas. Después de zamparse las partes más sabrosas del animal, con el resto preparan una manteca que se usa para curar la tos
  • Es un territorio tan pequeño que ninguna localidad está a más de 75 kilómetros de la frontera. Eso nos da una sensación exacta de lo pequeño que es el país (más o menos como Cataluña) y cómo ha resistido numantinamente el acceso a Europa.
  • En Suiza nació Heidi y Frankenstein, pero murió Sherlock Holmes. Se puede visitar la casa de Heidi a pesar de que es un personaje de ficción. Frankenstein fue descrito por una adolescente en una noche tenebrosa a orillas del lago Lemán. Además hay una cascada donde supuestamente Holmes cayó al vacío y murió (aunque poco después, Conan Doyle lo resucitaría). Concretamente, ambos forcejean a la vera de la cascada de Reichenbach. Allí podemos contemplar incluso una plaquita que menciona este hecho
  • En Suiza residieron Freddy Mercury, Charles Chaplin y Albert Einstein. Chaplin y Mercury lo hicieron con vistas al lago Lemán. Einstein, sin embargo, estaba en Berna: delante de su piso quedaba un bonito reloj, lo que quizá le inspiró para escribir sus teorías. Probablemente el símbolo más característico del casco antiguo de Berna sea la torre del Reloj (Zytglogge, el dialecto bernés, campana del tiempo), que se encuentra en un punto medio entre las Lauben
  • En este país se encuentra la estación de tren más alta de Europa. La estación del Jungfraujoch es la más alta de Europa. Está construida a 3.454 m. ¡Casi nada! El primer tren empezó a operar el 1 de agosto de 1912 y en la actualidad todavía se pueden disfrutar de las vistas desde su mirador.
  • En Suiza se hizo el primer viaje de LSD (a lomos de una bicicleta) de la historia. Lo protagonizó el químico Albert Hoffman, que sintetizó el LSD por casualidad y lo ingirió sin darse cuenta. Su trayecto en bicicleta desde su laboratorio hasta casa, en Basilea, fue sin duda lisérgico. También se da la circunstancia de que ese día se convirtió en El Día de la Bicicleta
  • En Suiza se inventó el chocolate con leche. En este país fue donde se fabricó el primer chocolate con leche del mundo, obra y gracia de Daniel Peter en 1875. También es hogar de la sede administrativa de Nestlé…Henri Nestlé nació en Suiza y convirtió su apellido en una metonimia del chocolate, lo cual sorprende teniendo en cuenta que empezó elaborando recetas para bebé a mediados del siglo XIX
  • Suiza tiene una bandera cuadrada. Junto con el vaticano, son los únicos países que poseen una bandera cuadrada
  • Está prohibido por ley tener solamente una mascota. Si un suizo se plantea tener una mascota como un conejo, un ratón o un canario, la ley suiza les obliga a tener dos como mínimo. Suiza cuenta con una de las leyes de bienestar animal más estrictas del mundo y considera el aislamiento animal como abuso
  • Si se tiene perro, hay que pagar impuestos. Existen impuestos por tener un perro. Éstos varían en función del tamaño y el peso del animal. Además, sus propietarios deben hacer un curso de capacitación para saber cómo cuidar de forma adecuada a sus mascotas. Sin duda, un referente
  • La mitad de los relojes de lujo producidos en el mundo son suizos. Algunas de las marcas más conocidas son Tissot, Rolex, Tag Heuer… ¡no acabaríamos nunca!. Si queréis saber cómo se fabrican podéis ir el Museo de Patek Philippe en Ginebra. Sin duda, una visita muy interesante

Información adicional

Gastronomía suiza

Referencias literarias y cinéfilas en Suiza