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“El lugar donde nace el Ródano”
Dedico este post a mis amigas Ana, Mariluz y Noelia, con las que hice este divertido recorrido por Suiza en Julio de 2006, ¡cuántas veces lo hemos recordado!. Espero que os guste chicas, ¡un beso! – Virginia
Solo hemos estado una vez pero lo cierto es que guardamos un recuerdo magnífico. Fue en Julio de 2006 cuando hicimos nuestro recorrido por Suiza de 8 días. En aquel momento acabábamos de empezar a trabajar, por lo que no podíamos gastarnos mucho dinero…¡y estamos hablando de uno de los países más caros de Europa!. Así que la elección fue ir con alojamientos muy baratos (tipo albergue). Ahí tenemos que decir que mientras algunos nos gustaron…¡otros eran para salir corriendo!. Recordamos especialmente uno en el que, al final, nos acabamos yendo a otro lado porque no nos apetecía nada dormir allí.
El viaje por Suiza estuvo lleno de anécdotas y es uno de los más divertidos que recordamos. Por supuesto decir que los paisajes son increíbles y que es un recorrido sumamente recomendable, pero desde luego si por algo recordaremos aquellos días es por las risas que nos echamos. ¡La verdad es que todo fueron momentos para recordar!.
Este viaje fue hace muchos años y entonces no teníamos la experiencia que ahora tenemos. Lo decimos sobre todo por el itinerario….la verdad es que se podría haber planteado mejor o algo más ordenado. Nos quedaron puntos sin visitar y por algunos pasamos muy fugazmente….¡pero es que una semana da para lo que da!. Lo cierto es que si que lo planificamos con bastante antelación pero tampoco contábamos con tantos medios e información como hay ahora, 17 años después. ¡En las siguientes secciones tenéis el recorrido al completo que hicimos!:).
Ginebra
Desde Madrid llegamos en vuelo directo a Ginebra, fue donde comenzó la aventura. Hay bastante frecuencia de vuelos y, cogiéndolo con antelación, os puede salir a muy buen precio. Lo bueno de Suiza es que es un país que no solo es visitado en verano, también lo es en invierno, por lo que no hay un periodo del año en que se concentre todo el turismo. En este enlace tenéis todo lo que se puede visitar en Ginebra, una de las ciudades más importantes del país.
En nuestro caso llegamos un sábado ya tarde, por lo que sobre todo pudimos conocer lo más representativo de la ciudad al día siguiente (domingo entero). Un día creemos que es poco para conocer Ginebra, pero en nuestro caso solamente íbamos a estar una semana y no podíamos dedicarle más tiempo.
Lausana y Montreux
Tras conocer Ginebra, recogimos el coche de alquiler y pusimos rumbo al que sería el siguiente destino en nuestro recorrido por Suiza, Lausana. Por el camino, bordeando el lago Leman, hicimos parada en la pequeña localidad de Rolle. Nos sirvió para estirar las piernas y darnos una vueltecilla por este pequeño pueblo medieval, que nos resultó encantador. Tiene un bonito castillo a orillas del lago justo enfrente de la Ile de la Harpe y está rodeado de viñedos y escuelas internacionales. El pueblo se extiende a la par de la orilla del lago de Ginebra y, su fortaleza, de piedra gris y hoy cuna de una biblioteca pública, es una construcción del siglo XIII.
Tras visitar Rolle, llegamos a Lausana, donde teníamos el alojamiento. El albergue de Lausana resultó de los mejores que recordamos en el viaje. Tras comer algo rápido, nos dirigimos a la vecina localidad de Montreux. Nos habían hablado muy bien de ella y además sabíamos que había un espectáculo de jazz en aquellos días. Montreux también tiene un castillo, el castillo de Chillon, el cual nos encantó. En todo el centro además había muy buen ambiente y, por supuesto, recomendamos enormemente la visita a esta bella localidad. Uno de los puntos que recordamos y que resulta de los más concurridos en el paseo marítimo es la famosa estatua de Freddy Mercury…¡no dejéis de haceros una foto con ella!.
Tras el paso por Montreux volvimos a Lausana. Allí cenamos estupendamente. No nos dio tiempo a ver mucho más de la ciudad, pues al día siguiente teníamos que madrugar para dirigirnos al siguiente destino. Hemos oído que Lausana está bastante bien, ¡así que es un punto marcado en el mapa para volver!.
Gletsch y Eisgrotte
Al día siguiente nos levantamos temprano y decidimos ir a explorar alguna de las famosas montañas suizas. En Montreux habíamos conocido a una pareja española que nos había comentado que no podíamos hacer un recorrido por Suiza sin ver alguna montaña o hacer alguna ruta…y es que era cierto que nuestro itinerario era un poco “urbanita” y estaba planteado para ver pueblos y ciudades, sobre todo. Así que bajo sus recomendaciones nos dirigimos hacia la zona de Gletsch.…y ahí es cuando descubrimos uno de los lugares más impresionantes del recorrido, el glaciar del Ródano (en alemán, Rhonegletscher). Es uno de los glaciares más importantes de los Alpes suizos y el lugar dónde nace el río Ródano, el principal afluente del lago Leman. Uno de los grandes atractivos de este lugar es la cueva artificial de hielo conocida como Eisgrotte. Mas que una cueva, se trata de una gruta o túnel de hielo de unos 100m de longitud que nos adentra al interior del glaciar…¡¡impresionante!!.
Sin duda una experiencia única ya que hay muy pocos lugares en Europa dónde poder ver de tan cerca un glaciar como en la Eisgrotte (cueva de hielo) del glaciar del Ródano. ¡Menos mal que hicimos caso a la pareja de Montreux y nos dirigimos a este lugar!. Resultó ser uno de los puntos fuertes del viaje.
Interlaken
Tras visitar la impresionante cueva de hielo, nos dirigimos hacia Interlaken, donde habíamos cogido alojamiento para las dos siguientes noches. De camino paramos en el pueblo de Meiringen, un lugar conocido sobre todo por el Museo de Sherlock Holmes. En 1991 se inauguró este museo en el sótano de la antigua iglesia anglicana en el centro de Meiringen. En el lugar, los fanáticos de Sherlock Holmes encontrarán numerosos objetos relacionados con las historias de su detective favorito. Entre otros, aquí también se ha reconstruido el salón victoriano de Baker Street 221 b en Londres, donde vivió Sherlock Holmes con su asistente el Dr. Watson. Aunque nosotras no entramos, ¡hemos leído que es curioso verlo!:).
Tras la parada en Meiringen, llegamos a Interlaken. Era uno de los puntos que más nos apetecía del tour, habíamos leído maravillas. Es un centro turístico tradicional en la región montañosa del Oberland bernés. Construida sobre una angosta franja de valle, entre las aguas color esmeralda del lago de Thun y el lago de Brienz, tiene casas antiguas de madera y áreas verdes en ambos lados del río Aar. Las montañas circundantes, con densos bosques, prados alpinos y glaciares, cuentan con varios senderos de excursionismo y pistas de esquí.
Los dos días que pasamos en Interlaken fueron inolvidables….y eso que se torció un poco el tiempo (hasta aquel momento nos había hecho solazo todos los días). Todavía recordamos la tormenta que nos cayó el día que alquilamos unas bicis….además vino un poco de repente. Fue la típica tormenta de verano, que tampoco duró mucho…¡pero nos empapamos!:). Otra de las cosas que hicimos fue coger el tour en barco por los lagos…estuvo genial porque hicimos distintas paradas donde pudimos disfrutar de la naturaleza del lugar. Recordamos especialmente Brienz, nos gustó mucho.
Consideramos Interlaken una visita obligada en cualquier itinerario que se tercie por Suiza.
Friburgo y Lucerna
Tras visitar Interlaken, la siguiente parada en nuestro recorrido por Suiza sería en Friburgo. Aunque es un punto importante en el país, apenas visitamos mucho. Llegamos algo tarde, solamente habíamos cogido allí el alojamiento para salir temprano al día siguiente. Esa noche salimos, recordamos que había muchísimo ambiente y que fuimos a cenar a un sitio al aire libre, donde había música y servían perritos calientes acompañados de cerveza…¡pasamos muy buen rato!.
Al día siguiente pusimos rumbo a Lucerna, donde pasaríamos toda la jornada. Lucerna es la ciudad más turística de Suiza. Situada en la orilla del Lago de los Cuatro Cantones y a los pies de los Alpes, posee algunos de los monumentos más emblemáticos del país. En este enlace tenéis lo más representativo que se puede visitar allí.
Tras visitar la ciudad nos dirigimos hacia Berna, donde habíamos cogido el alojamiento para las dos últimas noches.
Berna
Nuestro viaje acabaría en Berna, la capital del país y una de las ciudades más preciosas que hemos visto en Europa. Allí pasamos el último día y fue estupendo. El buen tiempo acompañó en todo momento y pudimos conocer la ciudad en todo su esplendor. Además el albergue de Berna resultó muy cómodo y recomendable. En este enlace tenéis lo más representativo que ver en la capital suiza.
Y así es como terminó nuestro periplo por el país helvético, un viaje que recordaremos toda la vida por lo divertido que fue y todas las anécdotas que vivimos allí. Nos quedamos con muchos momentos inolvidables, como un osito de peluche que compramos de recuerdo y al que bautizamos con el nombre de “Gletsch” (como la zona cercana al glaciar), una chica muy curiosa que conocimos llamada “Flor”, las camareras “Cindy” o las vueltas que dimos para intentar llegar al pueblo de Gruyere…el cual nunca encontramos. Dicen que siempre hay que dejar puntos sin visitar para volver de nuevo a un lugar…¡así que nosotras ya tenemos una razón para volver a Suiza!:).
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