La Bahía de Ha Long, el dragón descendente

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«Una de las siete maravillas naturales del mundo»

La Bahía de Ha Long era claramente uno de los puntos fuertes en nuestro viaje por Vietnam. Quién no ha visto fotos alguna vez de este paisaje…una de las siete maravillas naturales del mundo…con esas impresionantes formaciones rocosas en las aguas turquesas…Teniendo estas panorámicas en mente y lo que habíamos leído en los foros, en ningún momento nos planteamos no incluirlo en nuestro itinerario claro.

Es fundamental contratar un crucero para recorrerla. Los hay de distintos tipos y duración. Tras haber estado allí…lo que podemos decir es que el paisaje es realmente impactante y, pocas veces, se observa una naturaleza de esta magnitud. Sin embargo, nos decepcionó que está todo poco cuidado en general. El agua tiene bastante suciedad y eso evidentemente le resta encanto. No obstante, aunque muy turística, desde nuestro punto de vista la visita a Ha Long es imprescindible en vuestro viaje por Vietnam. 

La Bahía de Ha Long

La Bahía de Ha Long es una extensión de agua de aproximadamente 1.500 km². Se sitúa al norte de Vietnam, en la provincia de Quang Ninh, en el golfo de Tonkín, cerca de la frontera china y a 170 km al este de Hanói. Se extiende a lo largo de una costa de 120 km. Hay islas de varios tamaños y formas.

Fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994 y ampliada la declaración en el año 2000. Abarca una zona protegida de 150.000 ha. Es además desde el 11 de noviembre de 2011 una de las siete maravillas naturales del mundo.

Según la leyenda local, hace mucho tiempo, cuando los vietnamitas luchaban contra los invasores chinos provenientes del mar, El Emperador de Jade envió una familia de dragones celestiales para ayudarles a defender su tierra. Estos dragones escupían joyas y jade. Las joyas se convirtieron en las islas e islotes de la bahía, uniéndose para formar una gran muralla frente a los invasores y, de ese modo, lograron hundir los navíos enemigos. Tras proteger su tierra formaron el país conocido como Vietnam. Ha Long significa «dragón descendente», un nombre que procede de esta leyenda local.

Según otras versiones, las joyas eran perlas y la bahía fue creada cuando el dragón se lanzó al mar. Al caer agitó la cola y ésta golpeó la tierra ocasionando profundos valles y grietas.

Es inevitable pensar en estas leyendas cuando se observa el impresionante paisaje de Ha Long…un entorno único, un canto a la auténtica naturaleza. 

La isla de Cat Ba

Miramos bastantes alternativas de cómo recorrer la bahía en el crucero y, al final, decidimos hacerlo desde la isla de Cat Ba. Intentamos escapar del turismo siempre que podemos y, al parecer, esta zona está menos masificada.

La isla de Cat Ba es la más grande del archipiélago con el mismo nombre, el cual constituye el borde sureste de la Bahía de Ha Long. Tiene unos 13.000 habitantes que viven en seis municipios diferentes y más de 4.000 que habitan en aldeas de pescadores en la costa. Como curiosidad, Isla de Cat Ba significa «Isla Mujeres»Cat» significa arena y «Ba» mujeres). En 1986, un territorio de 98 km² (aproximadamente un tercio de la superficie total de la isla) fue declarado Parque Nacional, la primera área decretada como protegida en Vietnam que incluyó partes marinas. 

Atardecer en la Isla de Cat Ba

Para llegar desde Sa Pa tomamos un autobús nocturno («night bus»). Hemos de decir que el tiempo que teníamos, como siempre nos pasa, era bastante ajustado así que este medio de transporte era prácticamente la única opción. En Vietnam las distancias son largas y, aunque el país cuenta con infraestructuras bastante buenas, se pierde tiempo en los desplazamientos.

No habíamos cogido todavía en ninguno de nuestros viajes por Asia este medio de transporte y…¡la verdad que fue toda una experiencia!. Con capacidad para unas 40 personas, estos buses tienen asientos totalmente reclinables en un par de niveles. Al viajar de noche suelen tener las luces apagadas salvo cuando se hacen paradas….entonces de repente se encienden unas de neón estridentes como de discoteca que…¡os despertarán pero bien!:).

La llegada a Cat Ba

A primera hora de la mañana, con algo de retraso, llegamos finalmente a Cat Ba. Nada más bajarnos del autobús, nos dirigimos hacia las oficinas de Cat Ba Vision, la compañía con la que habíamos contratado la excursión de día y medio por la Bahía de Ha long. Como llegamos un poco tarde, no nos dio tiempo a coger el crucero que habíamos contratado, uno de aproximadamente 30 personas, así que nos pasaron a otro que salía más tarde. Era más exclusivo, solo seríamos 9. ¡A veces algo que parece una mala noticia acaba siendo una buena!…porque lo cierto es que este último formato es mucho más atractivo, a la par que más exclusivo y menos turístico…vamos, ¡que fue una triunfada llegar tarde!:). Acabamos disfrutando de un crucero mejor del que habíamos pagado.

Así que nos montamos en el autobus para ir al puerto, donde tomaríamos nuestro pequeño barquito.

Crucero por Ha Long

Nada más subir al crucero ya nos dimos cuenta de que aquello iba a ser toda una experiencia. Nuestros «compañeros de viaje» eran una pareja mallorquina y una familia francesa. En seguida congeniamos con ellos contándonos las sensaciones sobre lo que conocíamos hasta ese momento de Vietnam. 

De esta manera zarpamos, empezando a ver pronto esas panorámicas tan famosas que todos hemos contemplado alguna vez. Lo cierto es que el paisaje es exactamente igual que en Internet y en las fotos que seguro habéis visto….¡no defrauda!. ¡Espectacular!. Estaba un poco nublado al principio pero en seguida salió el sol. Hacía muchísimo calor…pero ya estábamos acostumbradas. Llevábamos 3 días en el país y ya nos habíamos dado cuenta de que no nos libraríamos de las altas temperaturas y la extrema humedad en todo el viaje. 

Destacaríamos muchas cosas de este entorno pero, sin duda, lo que nunca olvidaremos es la impresionante tranquilidad que reinaba por todo el lugar…un sitio que invita completamente a la reflexión y la relajación.

La Bahía de Lan Ha

Tras pasar la mañana admirando los hermosos paisajes que nos rodeaban y, después de darnos un baño, nos dispusimos a comer todos juntos. En el crucero lo tenían preparado y estaba todo riquísimo. Después, continuamos nuestro recorrido por la zona hasta llegar a una parte donde el plan era hacer kayak. Este área, conocida como la Bahía de Lan Ha, es realmente hermosa. Mucho menos turística que Ha Long, es perfecta para desconectar y escapar de las masificaciones. Con las canoas atravesamos incluso algunas cuevas naturales y fue una experiencia divertida.

Tras la divertida experiencia del kayak, volvimos al barco y llegamos a una playa donde había una especie de cueva bastante grande. Adentrándose en la misma se observaba una bonita panorámica de la bahía. ¡Se podía hacer desde el interior una foto muy curiosa!.

Poco después volvimos al barco y pudimos disfrutar de la puesta de sol. Lo cierto es que nos encantan en Asia y…¡ésta tampoco nos decepcionó!. 

El homestay flotante

Ya caído el sol nos dirigimos al que sería nuestro alojamiento esa noche, ¡un homestay flotante!. Estábamos expectantes por verlo…Allí de hecho nos quedábamos solo nosotras tres, porque el resto de nuestro compañeros de viaje pasaban la noche en el barco.

Por fin llegamos. Era un alojamiento sencillo, con 3 habitaciones solamente y una especie de restaurante. Habitado por solo un número pequeño de personas, los habitantes de este tipo de alojamientos viven sobre todo de la pesca, ya que en cierto modo son también granjas flotantes de cría de peces. De hecho…¡nos enseñaron un mero gigante!. Al parecer es leyenda por la zona que la cría de esta especie trae buena suerte.

En general la cría de peces se realiza en jaulas sumergidas. Además los agricultores también cultivan sargazo en jaulas de red entrelazadas con las jaulas de peces. Los productos para cocinar les llegan en otros barcos. 

Nuestro guía nos dio una explicación sobre la cría de peces. Tras observar las jaulas, nos despedimos de nuestros compañeros de viaje, los cuales volvieron al crucero. Nosotras nos dimos una ducha y después cenamos. En el homestay había también un par de parejas, una holandesa y otra italiana. Eran todos muy majos y en seguida congeniamos con ellos. Además, por la noche nos esperaba otra nueva experiencia: la salida en canoa para ver el plancton nocturno. Esto es muy común en esta parte de Asia. Así es que después de cenar nos cambiamos y salimos a verlo.

El trayecto duró aproximadamente una hora y, aunque esperábamos divisarlo más claramente, lo cierto es que fue bonito. La visibilidad depende mucho de las condiciones climáticas que se tengan. En nuestro caso había algo de claridad por la luna y…agitando un poco el agua, ¡en seguida de apreciaba!. Por otro lado, pudimos ver también otras granjas y casas flotantes que había por toda la zona. ¡Una experiencia para recordar!. Después volvimos al homestay y nos acostamos…¡estábamos derrotadas!. 

Segundo día de kayak

Al día siguiente nos levantamos temprano. El plan era volver a hacer kayak y regresar hacia el mediodía a comer a Cat Ba. Durante el desayuno pudimos observar el paisaje con la primera luz de la mañana…era espectacular. No nos cansábamos de hacer fotos.

Tras desayunar, nos montamos en una lancha grande todos juntos para dirigirnos al punto donde comenzaríamos el kayak. La vista desde la canoa era increíble, según nos contó el guía en algunos puntos de esta zona se rodó la película «King Kong», además de más cintas…y es que estábamos ante un auténtico escenario de película. 

Nuestro guía nos llevó además a una zona donde había una cascada, pero estaba seca. No pudimos disfrutar de ella. Sin embargo, si que había manantiales por la zona porque se notaba el agua fría en la orilla.

Tras terminar la experiencia en el kayak, volvimos a la lancha. Desde allí saltamos al agua…¡y nos dimos un baño!. Como hemos comentado al principio, no está muy limpia y es el único «pero» que le ponemos a Ha Long. De cualquier manera, uno se abstrae de todo esto allí…éramos conscientes de que estábamos viviendo una experiencia única y había que disfrutarla al máximo. 

Tras el baño, volvimos en la lancha hacia Cat Ba. Para terminar nuestra experiencia por allí, Cat Ba Vision nos invitó a comer en un restaurante de la isla, el Phu’ O’ng Nhung, muy cerca de su establecimiento. La verdad es que es un sitio totalmente recomendable, comimos fenomenal. 

Así acabó nuestro día y medio por la Bahía de Ha Long, como ya hemos dicho un lugar que siempre recordaremos por la tranquilidad y la paz que reinaban en aquellas aguas turquesas. No nos dio tiempo a ver nada más de la isla de Cat Ba, aunque nos hubiera gustado. Hemos leído que hay atracciones muy interesantes, como un Parque Nacional y algunas playas que, aunque no son de las más bonitas, son perfectas para relajarse y desconectar…pero como siempre decimos, hay que dejar algo sin visitar para volver de nuevo…:).

Transporte en la Bahía de Ha Long

Como hemos comentado, es imprescindible visitar la Bahía de Ha Long en crucero. Hay distintos formatos, pasando una o varias noches en él, además de varias agencias. Nosotras solo estuvimos un día en el barco, pues como hemos explicado la noche fue en un homestay flotante. Nos gustó y si repitiésemos la experiencia, probablemente lo haríamos de nuevo así. Desde nuestro punto de vista pasar 2 noches o más en Ha Long quizás es demasiado, pero eso depende del gusto de cada uno. 

La isla de Cat Ba está perfectamente comunicada por carretera con distintos puntos, por lo que para entrar y salir de ella lo mejor es hacerlo en autobús, como fue nuestro caso. Nos alegramos bastante de haber cogido el crucero desde Cat Ba ya que, como hemos comentado, es una zona en Ha Long menos masificada. Sobre todo si vais en los meses de Julio y Agosto notaréis que esta parte de Vietnam es tremendamente turística. 

Información general de Vietnam

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