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“Explorando la isla”
La mayor atracción de Fuerteventura son sin duda sus hermosas playas. No obstante, también hay otros puntos que visitar y que no os deberíais perder. Os los contamos a continuación.
Puerto del Rosario
Es la capital de la isla, su ciudad principal. En este enlace tenéis todo lo importante que ver en ella.
Parque Natural de las Dunas de Corralejo
En el extremo nororiental de la isla se encuentra el Parque Natural de las Dunas de Corralejo. Se extiende hacia el sur hasta la base del Volcán Montaña Roja. Con una extensión de 27 km2, esta interminable franja de dunas cambiantes invade la carretera entre Puerto del Rosario y Corralejo, y desciende hasta las aguas del océano.
En el parque, cuyo paisaje recuerda al desierto del Sáhara, no existen apenas vestigios de civilización. Incluso en temporada alta hay una absoluta sensación de soledad en estos inmensos espacios abiertos. Este área es parque natural desde 1987.





Corralejo
Es la localidad más septentrional de la isla y uno de los principales focos turísticos. Es un lugar perfecto para distintas actividades, como la pesca con caña, el submarinismo y las excursiones en barcos con fondo de cristal.
En el pueblo es interesante visitar la moderna iglesia situada en la plaza de la iglesia. Además, destacan los gigantescos dragones, camellos y otras esculturas de arena, esculpidas por los artistas es una pequeña playa junto al puerto.
Aunque hay muchas opciones, Corralejo es un buen lugar para coger vuestro alojamiento. El nuestro estaba allí, fue el Suite Hotel Atlantis Fuerteventura Resort. ¡Nos gustó!.




La Isla de Lobos
Esta pequeña isla volcánica está situada entre Fuerteventura y Lanzarote. Ir a pasar el día allí es un plan que no os podéis perder, para disfrutar de paz, tranquilidad y actividades variadas, como el senderismo o el buceo. En este enlace tenéis más información sobre ella. ¡Una visita imprescindible!:).
El Cotillo
Los orígenes históricos de esta pequeña localidad pesquera están relacionados con los guanches. En ella vivían los jefes tribales de Maxorata, un antiguo reino que abarcaba la parte septentrional de Fuerteventura. De época más reciente es la pequeña fortaleza del Tostón, una torre circular fortificada muy bien conservada gracias a los trabajos de restauración. Construida en 1797 para defender el pueblo contra los piratas británicos y árabes, se trata de una construcción de dos plantas a la que se llega por unos escalones de piedra y un puente levadizo. La planta superior contenía originariamente un aljibe, mientras que la planta baja albergaba los barracones militares. En el pequeño puerto hay una pintoresca roca gigantesca que se eleva desde el mar. En el Cotillo destacan también sus bellas calas y las cercanas playas de arena.

La Oliva
La Oliva es un pueblo del sur de Fuerteventura que se encuentra entre los más bonitos de la isla. En el centro de la localidad se alza la famosa iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, construida originariamente en 1711. El blanco de los muros de este templo contrasta fuertemente con el color negro de la piedra volcánica de su campanario cuadrado. El interior de la iglesia contiene numerosas y bellas imágenes y pinturas de Juan de Miranda. También merece una visita el Centro de Arte Canario, donde se exponen las obras de artistas locales, y el Museo del Grano de la Cilla, ubicado en un granero que data de principios del siglo XIX.

Tefía
Tefía es una aldea famosa por poseer el Ecomuseo de la Alcogida, una interesante galería al aire libre compuesta por siete casas de estilo tradicional de Fuerteventura. La exposición muestra cómo vivían los antiguos isleños, sus faenas agrícolas y labores artesanales, y explica el proceso de construcción de las casas.
A unos 12 km al noreste se encuentra la pequeña localidad de Tetir, en la que se contemplan tradicionales casas con balcones y la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán (1745). En la plaza de la capilla se alza el busto de Juan Rodríguez y González (1825-1893), fundador del Banco de Canarias, que era natural de Tetir. 8 km más al norte, en las laderas del volcán Montaña Quemada, se alza un monumento de 2 metros a Miguel de Unamuno. Su autor, Juan Borges Linares, lo esculpió en piedra en 1970.
Antigua
Haciendo honor a su nombre, este pueblo del centro de Fuerteventura es uno de los más antiguos de la isla. Situado al pie de las montañas, fue fundado en 1485 por andaluces y normandos que se dedicaron a la ganadería y a la agricultura. En esta época se construyeron muchos molinos de viento para regar los campos. En 1812 Antigua fue declarada municipio, y en 1835 se convirtió en la capital de la isla.
Uno de los lugares de interés es la pequeña iglesia de Nuestra Señora de Antigua (1785), de una nave, con bóvedas de madera y un altar mayor con motivos ornamentales tradicionales.
El Centro de Artesanía Molinos de Antigua es una aldea-museo rodeada por un muro bajo situada en los alrededores del pueblo. Construida bajo la supervisión de César Manrique, consta de un centro de artesanía, un molino de viento reconstruido, una galería y salas de exposiciones.

A 8 km al norte, en la aldea de La Ampuyenta, se encuentra la pequeña capilla de San Pedro de Alcántara, un bonito santuario del siglo XVII rodeado por una fortaleza erigida por los normandos. A unos 9 km al sur se halla la aldea de Tiscamanita, donde se alza la capilla de San Marcos (siglo XVII). Lo más interesante del lugar es el Centro de Interpretación de los Molinos, dedicado a la historia de los molinos de la isla.
Betancuria
Escondida en un cráter volcánico protegido del viento, Betancuria se halla en la región central de la isla, una zona de extensos y fértiles valles moteados por escarpados picos de volcanes extintos.
Esta bella ciudad fue fundada en 1404 por el conquistador normando Juan de Béthencourt. Hasta 1834 fue la capital de la isla.
Por Betancuria os podéis dar una vuelta tranquila, es muy agradable. En el centro de halla la Iglesia de Santa María. En las afueras, en dirección norte, podemos encontrar la abadía franciscana de San Buenaventura, la más antigua de la isla. De ella solo quedan ruinas debido al desmonoramiento del techo a mediados del siglo XIX. Junto a la abadía se halla el pozo del Diablo. Según la leyenda aquí fue encadenado el demonio, al que se obligó a transportar piedras para la construcción de la abadía. Además, Betancuria cuenta con dos muesos interesantes: el Museo de Arte Sacro, que ocupa la antigua casa parroquial, y el Museo Arqueológico.



El mirador de Morro Velosa se encuentra a unos 2 km al norte de Betancuria. Desde él se contempla el impresionante paisaje lunar de la isla.
Ajuy
Ajuy es una localidad encaramada en las rocas de una pequeña bahía rodeada de acantilados. Juan de Béthencourt y Gadifer de la Salle desembarcaron aquí en 1402 decididos a conquistar la isla. Durante muchos años el lugar sirvió de puerto de entrada a los nuevos colonos que se dirigían a Betancuria.
Ajuy es en la actualidad un tranquilo pueblo pesquero. Durante la temporada de pesca, de mayo a octubre, los restaurantes de la playa sirven las capturas del día. En la zona se pueden explorar cuevas como la del Arco del Jurao. La costa de Ajuy es un paraíso para los submarinistas, que disfrutan de sus amplias cuevas submarinas y bancos de peces.

Pájara
Al sur de la capital, una carretera panorámica lleva hasta Pájara, uno de los asentamientos más antiguos de la isla. Esta pequeña localidad fue fundada en el siglo XVI por pescadores y cabreros. Entre sus edificios históricos se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Regla (1684).
11 km al noreste se encuentra Vega de Río Palmas. Aquí, encaramada entre las rocas, se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Peña, que contiene otra imagen de la Virgen de los Dolores, en cuyo honor se celebra una fiesta el tercer domingo de cada mes.

La Pared
La pequeña localidad de La Pared cuenta con una buena infraestructura turística, incluido un elegante hotel. El pueblo merece la pena ser visitado, tanto por su historia como por su paisaje. La Pared cuenta con las dunas más extensas de Fuerteventura y separa la Península de Jandía del resto de la isla. También forma una frontera natural entre dos playas: la de Viejo Rey, al sur, de arena dorada, y la playa de La Pared, al norte, de arena negra. Existe un sendero de varias horas de duración a través de interesantes formaciones volcánicas hasta un barranco situado en la base del risco del Pasco, donde se une a la carretera que va al Morro del Jable.
Costa Calma
Costa Calma es una exclusiva zona turística de bella arquitectura. Se encuentra en el extremo septentrional de la Playa del Sotavento, la más extensa y bonita de la isla. Eso si…¡preparaos para el viento!. Es por ello ideal para la práctica del windsurf.


En Costa Calma está el Palmen & Nadelwald Costa Calma, un bonito parque por donde nos dimos un paseo. Posee gran variedad de flora y fauna.
Además, la pequeña localidad de La Lajita se encuentra a 6 km al norte. En ella está el zoo Parque de los Camellos, donde viven 200 especies de aves exóticas y mamíferos de todo el mundo. En el recinto se venden flores tropicales y subtropicales. Asimismo, hay espectáculos de loros y se puede realizar un recorrido en dromedario.
Morro Jable
Morro Jable es un antiguo pueblo de pescadores del sur de Fuerteventura, rodeado de playas de arena, con calles estrechas y animadas tabernas donde sirven pescado fresco. Lo que en el pasado era una pequeña aldea se ha convertido en los últimos años en la zona turística más extensa de la isla. En la parte moderna hay numerosos hoteles y apartamentos, centros comerciales, restaurantes y bares. Desde el puerto salen los transbordadores e hydrofoils hacia Las Palmas de Gran Canaria. El puerto deportivo está lleno de yates. Desde Morro Jable se pueden realizar senderos por la Península de Jandía.



Cerca de Morro Jable se encuentra la Playa de las Pilas, pequeña pero muy bonita. Situada en un paraje virgen sus aguas tranquilas atraen a numerosos turistas. Además, en el extremo suroriental de la isla también está el Puerto de la Luz. Es una aldea pesquera. Frecuentada por surfistas, solo posee un restaurante, donde se sirve pescado fresco.
Península de Jandía
La Península de Jandía está rodeada de extensas y bellas playas de arena blanca. Éstas, las más largas y con mayor oleaje de la isla, son perfectas para numerosos surfistas. Los submarinistas, por el contrario, prefieren la apartada Playa de Barlovento, situada en la costa noroccidental de la península.
La zona que rodea Puerto de la Cruz, cerca de Punta de Jandía, se ha convertido en los últimos años en el lugar preferido por los turistas que veranean en caravanas. En estos remotos parajes es posible alejarse del ruido y del bullicio del turismo de masas.

Una parte importante de la península, incluidas sus escarpadas colinas, forma parte del Parque Natural de Jandía, un área de 140 km2 donde crecen muchas especies autóctonas. En los remotos valles de montaña todavía es posible ver cabras salvajes y burros. Durante la II Guerra Mundial ésta era una zona vedada que perteneció al industrial Gustav Winter. Hubo rumores de que este personaje poseyó una base submarina secreta en el suroeste de Fuerteventura durante la guerra.
Cofete
Esta pequeña aldea siempre azotada por el viento no está bien comunicada, ya que tiene como única conexión con Morro Jable una carretera mal asfaltada. A la altura de la playa de Juan Gómez, esta carretera se divide en dos: una lleva hasta el extremo suroeste de la isla y la otra termina en Cofete. Desde aquí parten los senderos que recorren las cumbres de Gran Valle y el desfiladero entre los picos de Zarza y Fraile.
Pasada la aldea, encaramada bajo la Degollada de Cofete, se halla la enorme mansión de Gustav Winter. Además, en Cofete se encuentra el único restaurante existente en la costa norte. Un sendero de 2 km lleva hasta la playa de Cofete, y más adelante, hasta Barlovento.


Gran Tarajal
Gran Tarajal es una ciudad de mediano tamaño que nada tiene que ver con las zonas modernas turísticas. Su importancia geoestratégica hizo que se construyera en este lugar una fortaleza en la época de la invasión de la isla por Juan Béthencourt.
Gran Tarajal es la segunda ciudad de Fuerteventura y un importante centro comercial. A partir de principios del siglo XX, su puerto ganó en importancia al de la capital de la isla. En la actualidad este muelle sigue dando salida a los tomates, el pescado y el ganado de la península de Jandía. Gran Tarajal cuenta con una playa de arena gris.
Por un desvío 8 km al este se llega hasta la pequeña localidad pesquera de Las Playitas, cuyo ambiente tranquilo contrasta con el bullicio de las zonas turísticas. En vez de en grandes hoteles y apartamentos, los turistas se alojan en antiguas cabañas de pescadores cubiertas de buganvillas y pimenteros, con fantásticas vistas al mar.
A unos 6 km al norte se encuentra Punta de la Entallada, el punto de Fuerteventura más cercano a África, al cual de llega por una estrecha y serpenteante carretera. En la cumbre de un acantilado de 300 m hay un faro construido en 1950 que parece una fortaleza. Desde aquí se contempla una hermosa vista de la zona montañosa de la isla y del Atlántico.

Malpaís Chico y Malpaís Grande
Situadas en la zona centro-oriental de Fuerteventura, las inhóspitas zonas de Malpaís Chico y Malpaís Grande dan testimonio del origen volcánico de la isla. En ellas cualquier vestigio de actividad humana brilla por su ausencia. Tampoco se encuentran carreteras. Sólo dos senderos atraviesan estos parajes desnudos. Uno de ellos a través de Malpaís Chico, que fue formado por la lava que fluía de la caldera de Gairía. El otro atraviesa Malpaís Grande, declarado Parque Nacional por la singularidad geológica de la zona. La flora y la fauna también son escasas: solo algunas criaturas, como el buitre egipcio, pueden sobrevivir en esta zona desértica.

Caleta de Fuste
Caleta de Fuste es una de las principales zonas turísticas de la isla. Es un lugar tranquilo que se encuentra cerca del aeropuerto, en mitad de la costa este. Está compuesto por grupos de apartamentos bajos diseminados por una bahía en forma de herradura con una segura playa de arena fina. Todo ello hace que este lugar sea ideal para el turismo familiar.
En el centro se encuentra Pueblo Majorero, un complejo moderno al estilo de un pueblo con tiendas, bares y restaurantes. Una de las urbanizaciones de bungalós, Barceló Club El Castillo, rodea la antigua atalaya de El Castillo, situada cerca del puerto. Esta construcción de 1741 es una muestra de la importancia estratégica del lugar en el siglo XVIII. La oferta incluye instalaciones para la práctica de deportes acuáticos y el primer green de golf de la isla.
En Caleta de Fuste se encuentra además el Oceanarium Explorer, donde podréis disfrutar y jugar con focas y lobos marinos:).



