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No conocemos mucho sobre el cine y la literatura en Bulgaria. A diferencia de otros países europeos, estas dos artes no son tan famosas como en otras partes del viejo continente. A continuación os comentamos un poco sobre el cine y la literatura en Bulgaria.
El cine búlgaro
Los inicios
Comenzando a hablar sobre cine y literatura en Bulgaria, si empezamos por el primero podemos decir que, como muchos países europeos, la industria del cine en esta pequeña nación balcánica se inicia a comienzos del siglo XX. Pocos años después de la histórica proyección de los hermanos Lumiere en el Gran Café de París, los primeros teatros de proyección ambulantes comenzaron a popularizarse en Bulgaria. En 1908 la primera sala de cine abrió sus puertas.
En este periodo inicial destacaron producciones de directores y escritores aficionados, con apoyo de un selecto grupo de intelectuales. Como en otros países, las historias llevadas a la pantalla grande fueron en su mayoría basadas en la literatura popular del momento. Los actores tenían experiencia únicamente sobre las tablas de los teatros del país. Esta época, comprendida hasta la mitad de los años 30, vio surgir a pioneros del cine búlgaro como son Vassil Gendov, Boris Grejov, Alexander Vazov, Petar Stoychev y Vassil Bakardjiev.

Vassil Gendov, uno de los pioneros del cine búlgaro
Las cosas marcharon prácticamente igual hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando el país quedó bajo el dominio comunista. Se nacionalizaron las compañías para servir de trampolín a la nueva ideología del estado. La industria del cine, a pesar de estar marcada por la fuerte restricción y censura de sus producciones, disfrutó de una sustancial inyección de dinero que permitió profesionalizar a sus miembros en poco tiempo.
La era soviética
Durante la era soviética, entre 1945 y 1990, los argumentos más frecuentes en el cine búlgaro eran los dramas sociales del desplazamiento del campo a las ciudades, el existencialismo y el romance. Durante este tiempo también surgió un importante movimiento de cine animado.
Con la caída del Muro de Berlín y el bloque soviético, se dio vía libre a la consolidación de empresas privadas de producción y grabación. No obstante, el presupuesto estatal destinado al apoyo a la industria disminuyó considerablemente.
La década de los 90
No fue hasta 1991 cuando llegaron los cambios importantes. Nuevas empresas como Boyana (películas), Vreme (documentales), y Sofia (animación) comenzaron a producir de manera independiente tratando de mantener la industria a flote. A pesar de la difícil situación, los primeros filmes independientes vieron la luz en 1992 con proyectos como “Balas del Paraíso” (Kurshum za raya) de Sergei Komitski, y “El Colegio” (Kolezhat) de Ralitsa Dimitrova.
Durante la década de los noventa, directores como Ilian Simeonov, Hristian Notchev (“La Frontera”, 1994) y el veterano Georgi Dyulgerov (“Chernata Lyastovitsa”, 1997) tuvieron como argumento principal en sus películas las agudas críticas al fracasado régimen comunista y su modo de vida. Estas cintas fueron duramente criticadas por la prensa especializada por su “insuficiencia actoral”.
Sin embargo mejores producciones llegaron en los diez años siguientes con directores como Iván Pavlov con “Starting from Scratch” (Vsichko ot nula, 1996), Stanimir Trifonov con “Batalla de Lobos” (Hayka za valtsi, 2000), Iglika Triffonova con “Carta a América” (Pismo do America, 2000.), e Iván Nichev (quizá el director referente y más prolífico del país desde la década de los 70) con “Después del Fin del Mundo” (Sled kraya na sveta, 1998).

Escena de la película “Carta a América”

Iván Nichev
En la historiografía del séptimo arte búlgaros de siglo XX debemos destacar además a tres cineastas más: Metodi Andónov, Vulo Rádev y Ránguel Vulchánov. Este último fue votado votado como el mejor director de cine búlgaro del siglo XX. Es, además, miembro de la Academia de Cine Europea.
Siglo XXI
A partir del 2000 varias producciones búlgaras empezaron a ganar premios en festivales como el Gran Premio de Sarajevo en 2004 para Zornitza Sophia con “Mila de Marte” (Mila ot Mars, 2004). En 2005 la joven actriz Vessela Kazakova recibió el Premio a Mejor Actriz en Moscú por “Ojos Robados” (Otkradnati ochi, 2004), una película de Radoslav Spasov que también ganó un Oso de Oro en la edición 2006 del Festival Internacional de Cine de Berlín.

Escena de la película “Mila de Marte”
Recientemente, las condiciones económicas han puesto en riesgo la producción de cine en el país. Tras la crisis económica del 2010, el gobierno central anunció un recorte en el apoyo al cine al establecer el apoyo a solamente siete largometrajes por año.
La literatura búlgara
Si seguimos hablando de cine y literatura en Bulgaria, continuando por la segunda podemos decir que la literatura búlgara es la más antigua de las literaturas eslavas. Sus orígenes se remontan al siglo IX, cuando los monjes Cirilo y Metodio crearon el alfabeto glagolítico. Además tradujeron varios libros cristianos del griego al búlgaro antiguo (también conocido como antiguo eslavo eclesiástico).
Si hablamos de literatura búlgara contemporánea, sabemos que en la segunda mitad del siglo XX el tesoro literario búlgaro es enriquecido por la narrativa de Dimitar Talev, Dimitar Dimov, Svoboda Bachvarova y la poesía de Elisaveta Bagriana, Dora Gabe, Lyubomir Levchev, Damián Damianov, etc.
Emilián Stanev
Destacada figura de la literatura búlgara del siglo XX es Emilián Stanev, un clásico conocido por sus cuentos e historias de animales. Gracias a la traducción de sus obras en Europa, en Asia y en América Latina, y a la difusión de las películas que se inspiran en sus novelas (“El ladrón de melocotones”, “La Reina de Turnovo”, etc.), Emilián Stanev contribuye al diálogo intercultural de diferentes pueblos y civilizaciones.

Emilián Stanev
Antón Donchev
Antón Donchev es el gran maestro del género épico que disfruta de popularidad internacional. Donchev fue propuesto al Premio Nobel de literatura por la Academia Búlgara. Sus libros son traducidos a más de 30 idiomas. Su obra más importante, “Tiempo dividido”, fue llevada a la pantalla grande bajo el título “Tiempo de violencia”. El filme fue un éxito de taquilla nacional, además de aclamado en Europa y en EEUU.

Antón Donchev
Nikolay Haytov
Al originalísimo escritor Nikolay Haytov, que ha dejado una gran herencia en casi todos los géneros, se le conoce mundialmente por sus cuentos, que no tienen parangón en nuestras letras. Su famoso libro “Narraciones salvajes” está traducido a 28 idiomas, entre ellos, el chino, y está incluido en la Colección histórica de la UNESCO. Además Haytov es autor de unos interesantes apuntes de viaje, “Notas peruanas”, que publicó tras su visita a ese país en 1974.

Nikolay Haytov
Yordán Radíchkov
Un emblemático exponente de la literatura búlgara moderna es Yordán Radíchkov, escritor para quien las normas de la narrativa perdieron su papel tradicional. Radíchkov es padre de criaturas sobrenaturales salidas directamente de su imaginación o tomadas de prestado del folklore nacional. Escribió también varios libros de niños aclamados en el país e internacionalmente. Por sus “Historias pequeñas de ranas” ganó el Premio Hans Christian Andersen para literatura infantil. Sus obras dramatúrgicas son puestas en escena en muchos teatros europeos y en los Estados Unidos.

Yordán Radíchkov